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La Provincia #VecinosQueSonTapa

Heredó el amor y compromiso por un club de barrio que se convirtió en la segunda casa de los vecinos

Es presidente de la Asociación Progreso y Cultura, el club Almirante Brown, que realiza acciones sociales, educativas y deportivas.

Los espacios recreativos representan un factor muy importante en la vida de cada ciudadano, por ello en esta edición vamos a destacar las acciones de la Asociación Progreso y Cultura, conocida como Club Almirante Brown, la cual representa un importante sostén cultural, educativo, deportivo y social para los vecinos de la zona sur y en manos de su presidente Ramiro Nicolás Soria.

 

Este santiagueño nos cuenta cómo un grupo de familias unidas por un bien común puede llegar a ser beneficioso para toda una comunidad.

Ramiro actualmente es quien lleva las riendas de la Asociación Progreso y Cultura, pero reconoce que sin el constante apoyo y compromiso de todos los integrantes de la misma, nada sería posible.

 

“Rami”, como lo conocen en el barrio, está en la dirigencia del club hace 4 años. Su amor por la asociación, la responsabilidad por mantenerla y el amor al prójimo, son cosas que lleva en la sangre: Su abuelo fue el primer vicepresidente que tuvo el club y hoy, sus hermanas, sobrinos y toda la familia forman parte del mismo.

 

“Hemos ‘mamado el deporte’, toda mi familia han sido jugadores amateurs y han estado vinculados al deporte toda la vida”, contó en diálogo con Nuevo Diario.

 

 

Ramiro explicó que el club, bautizado con el nombre del barrio donde se ubica, representa para él “mi segundo hogar, mi casa. Es el lugar donde uno siempre concurre por diferentes razones: para despejarte, para sentirte mejor, para expresarte. El club es una parte de nuestra vida, así lo veo yo”.

No es solo un club de básquet, ni mucho menos exclusivo del barrio Almirante Brown. Esta instrucción se caracteriza por las acciones que realiza en conjunto con diferentes áreas de la ciudad y para vecinos de zonas aledañas. Ramiro contó: “Trabajamos con un comedor municipal (Sagrado Corazón de Jesús), buscando niños para que realicen actividades gratis, ellos son nuestros becados. También con la UPA del barrio (UPA N° 14). Con la coordinadora, la doctora Gavícola (Antonela), siempre coordinamos charlas con temáticas de dengue, Covid-19, esas cosas”.

 

En tiempos de pandemia, el corazón de Ramiro y de la familia del club se agrandó y tuvo que ingeniarse para ayudar a quienes más golpeaba el aislamiento: “Hicimos cerca de 10 ollas populares para la comunidad, sumando a esto la entrega de prendas de vestir, calzados”. Sobre estas experiencias, Soria expresó: “Nosotros como institución tenemos una responsabilidad y los vecinos como tales, también. Por eso, en las ollas populares siempre tratamos de hacerlos cumplir y enseñarles los protocolos; si no tenía barbijo nosotros pedíamos y le donábamos uno; si algunos no tenían tupper, también tratábamos de regalarle uno. Pero estas ollas se han ido haciendo seguido y los vecinos han ido entendiendo todas las medidas, la verdad que puedo dar un balance positivo de todos estos trabajos”.

 

Ramiro aseguró que el objetivo es que el club “sea ese lugar de contención para nuestros niños y jóvenes de nuestra provincia”.

 

Es tanto, el compromiso, que en tiempos de aislamiento debió crear beneficios para sustentar los gastos del club, como impuesto y demás. “Hicimos empanadas para vender, por suerte algunas familias nos ayudan con su granito de arena y no estamos desamparados en ese sentido”, valoró.

Para cerrar, el presidente del Club Almirante Brown pidió “paciencia” a los vecinos ante la pandemia y explicó: “Estamos en un proceso que a nivel mundial está siendo muy cambiante”.

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