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Opinión #GuerraEspacial

El sueño (o la pesadilla) de una base lunar

Puede ser que los próximos años durante las noches claras, cuando miremos a la luna como buscando los secretos propios de la creación, o algo oculto en los confines del universo; veamos unas luces en su superficie. No serán alienígenas; sino un proyecto internacional de la NASA.

Agrandar imagen El primer objetivo de Artemis será establecer una base lunar estable con personal internacional como primer paso, para lanzarse luego a la exploración y el establecimiento de bases permanentes en Marte, mejor conocido como el planeta rojo.
El primer objetivo de Artemis será establecer una base lunar estable con personal internacional como primer paso, para lanzarse luego a la exploración y el establecimiento de bases permanentes en Marte, mejor conocido como el planeta rojo.

Es que la NASA (la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos) firmó en la primera semana del corriente mes y año un convenio de colaboración internacional para delinear la exploración lunar y del espacio junto a otros 8 países en el denominado “Proyecto Artemis” que constará de 3 etapas bajo el eslogan “Estamos yendo a la luna”.

Estados Unidos junto a Australia, Canadá, Italia, Japón, Luxemburgo, Emiratos Árabes Unidos, Gran Bretaña y la colaboración de la Agencia Espacial Europea firmaron este acuerdo con el compromiso de poner hombres en la luna no más tarde de 2024 en lo que promete ser, según la NASA, el programa más diverso y extraordinario que se haya firmado hasta el momento en la historia de la exploración espacial. Y por supuesto, el más caro de la historia de esta organización, cuyo costo real no sabemos; pero está estimado mínimo de 30.000 millones de dólares para la etapa en que se instalaría una base en la Luna. Mientras que el beneficio estimado de la misión de la Luna a Marte (M2M) representará la creación de 27.000 puestos de trabajo directos, estimándose un impacto a nivel nacional de la creación de más de 300.000 puestos de trabajo solo en USA. Con un beneficio para la economía de 64 mil millones de dólares solo por la realización del proyecto, incluyendo el retorno de impuestos a las cuentas fiscales.

El primer objetivo de Artemis será establecer una base lunar estable con personal internacional como primer paso, para lanzarse luego a la exploración y el establecimiento de bases permanentes en Marte, mejor conocido como el planeta rojo.

Para poder mandar esta misión tripulada para la conquista de la Luna en 2024, la NASA expresa que antes precisa enviar una serie de 14 módulos no tripulados que conteniendo los materiales necesarios para la construcción de una base e insumos para a supervivencia de los cosmonautas.

Una segunda etapa consiste en la construcción de una base aeroespacial internacional que orbitará la luna denominada Gateway, cuya construcción reveló la NASA, comenzó en mayo de 2019; encargándosele el proyecto a la empresa Maxar Tech de Estados Unidos. La estación Gateway deberá contar con los requerimientos necesarios para proveer soporte vital de largo plazo a los astronautas que deberán ir a la superficie lunar y, servirá al mismo tiempo de base para comenzar lanzamientos de cohetes para la exploración del espacio exterior. El proyecto destaca que una de sus prioridades en nuestro satélite la Luna, será excavar en su polo sur con dos finalidades: La primera obtener agua potable para proveer a la estación. La segunda para operaciones químicas con el objetivo de separar moléculas creando combustible para los cohetes que se usarán en las futuras exploraciones espaciales.

Si bien la carrera por la conquista del espacio suena emocionante y romántica, la inversión económica de los estados participantes y el salto en la aplicación de nuevas tecnologías que abrirán perspectivas desconocidas para la humanidad y grandes ganancias para las empresas involucradas. Como lo expresó el director de la NASA Jim Brindestine en la conferencia de prensa donde anunciaba la firma de los convenios, otro de los puntos importantes en el acuerdo es el referido a los registros por parte de los países participantes de los objetos celestes en función de sus órbitas específicas en el espacio. Agregó también que aunque nadie está interesado en apropiarse de la Luna o de otros planetas como territorios soberanos, Estados Unidos tenía que remarcar que ellos consideran a la Luna como al mar internacional, donde el que extrae los recursos se los puede quedar y no está obligado a compartirlos con el resto de la humanidad. Agregando que ellos son transparentes e invitan a todos los países a sumarse a este proyecto y colaborar. Aunque esta invitación a todas las naciones a participar en el programa Artemis parece realmente no incluir a todos, ya que la misma se produce un día después que Dmitry Rogozin, director de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos), dijera que es poco probable la participación de su país ya que la NASA se negó a adaptar las plataformas de embarque a los modelos rusos. Esto excluiría a las naves espaciales rusas de poder usar la estación, lo que se marcaría el fin de la cooperación y hermandad aeroespacial entre ambos países, que sirvió para estrechar lazos de amistad y cooperación en todos los niveles. También y sumado a esto, específicamente el proyecto Artemis excluye a China a la que acusan de robar tecnología por un lado, y porque tiene su propio proyecto espacial con sus países aliados por el otro.

Surge la pregunta de si la carrera espacial lanzará una nueva guerra fría dividiendo a la humanidad en bloques luchando por la conquista del espacio. Seguramente los socios de cada proyecto se llevarán una cuota, parte de los descubrimientos y las ganancias que conlleva el riesgo humano y económico de la inversión.

Si entendemos bien en qué consiste la carrera espacial, veremos un futuro distópico con países extremadamente ricos y con otros excluidos del futuro de la humanidad, lo que generará aún más desequilibrios internacionales y donde los excluidos intentaran a cualquier precio ser parte del sueño americano, o de un futuro digno. Quizás convirtiendo la vida en la Tierra en un infierno imposible de soportar, para pensar al final que nuestra única escapatoria está en el espacio.

Podrá sonar a ciencia ficción apocalíptica; pero lo cierto es que según estos proyectos en 4 años más podremos mirar a la luna y ver unas luces que a algunos harán sonreír y a otros pensar que el pasado siempre fue mejor.

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