Emprender en tiempos de pandemia es algo posible, sobre todo cuando todos los actores involucrados trabajan de manera mancomunada, haciendo lo mejor posible desde cada lugar.
Así lo entienden y lo viven en el barrio La Católica a través del Centro de Día San Vicente, donde jóvenes que realizan su tratamiento en consumos problemáticos han puesto en marcha varios emprendimientos que le dan un aire nuevo a su vida, con el acompañamiento de su familia, del equipo terapéutico y diversos actores de la comunidad.
Cabe resaltar que el desarrollo del emprendimiento es producto del trabajo realizado durante todo el proceso terapéutico, día a día a la par de cada uno de los jóvenes y de las familias en el desarrollo de hábitos saludables, valores, creación de objetivos y metas con el involucramiento y el acompañamiento de diversos actores del Gobierno de la Provincia de Santiago del Estero, referentes comunitarios y eclesiásticos. En este contexto, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) posibilitó poder impulsar sus iniciativas personales, que se venían gestando, reforzando la contención a través de la comunicación diaria con las familias de los jóvenes para el logro de este objetivo.
A través del Programa de Integración, durante el proceso de rehabilitación se trabaja en el uso responsable del dinero, estrategias para lograr emprender, también la responsabilidad y el compromiso de llevar adelante un proyecto.
Sobre los emprendimientos se refirió Facundo Carrizo, trabajador social del Centro de Día San Vicente: “Fueron cinco los jóvenes y cinco referentes comunitarios los beneficiados con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), ellos han puesto en marcha sus emprendimientos en diferentes rubros”.
“Por ejemplo, uno de los jóvenes que se encuentra transitando su tratamiento de rehabilitación abrió una casa de comidas rápidas, a través del cual va concretando un proyecto propio que sirve de base para poder solventar a su familia. Otro de los jóvenes se propuso emprender una sandwichería, con el acompañamiento de su pareja, por lo que pudieron fortalecer sus vínculos y reinsertarse en el mercado laboral. Con respecto a los referentes, uno de ellos pudo invertir en una mini-despensa, junto a su familia. Otra de las iniciativas fue la venta de productos de limpieza. Todos ellos pudieron generar independencia económica en un contexto tan difícil como el que vivimos en la actualidad”, se destacó.
“Desde el acompañamiento que brindamos como equipo, pudimos trabajar en articulación con organismos del Estado provincial, que nos dieron la posibilidad de incorporar al sistema financiero a los jóvenes; también pudimos construir una red de trabajo, en pos de garantizar los derechos de las personas”, afirmó Carrizo.
“Consideramos que las iniciativas que lograron poner en marcha los jóvenes pueden convertirse en una fuente de trabajo y la búsqueda de oportunidades para ellos y su grupo familiar. Desde la institución acompañamos, orientamos, motivamos y trabajamos para la reinserción de los jóvenes en la comunidad y garantizar su bienestar integral”, agregó el profesional.
Es necesario destacar que “la familia ocupó un lugar muy importante en todo este proceso de acompañamiento”, concluyó.
