Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Opinión #Crecimiento

Liderazgo: Estudios que marcan la diferencia

Si aspiras a ser un líder diferente no puedes dejar pasar cinco estudios que marcan la diferencia

Agrandar imagen Liderazgo: Estudios que marcan la diferencia, por Carlos Soza
Liderazgo: Estudios que marcan la diferencia, por Carlos Soza

Estos estudios le permitirán al líder el objetivo de lograr que sea ávido e inspirado, es de vital importancia mencionar los siguientes aspectos, que lo ayudarán con las acciones que debe llevar a cabo:

El estudio de posibilidades: un líder debe aprender a estudiar las distintas posibilidades de ocurrencia. Es jugar al juego del ¿y si…? Por ejemplo: ¿y si tuviéramos las personas más automotivadas dentro del equipo? ¿Y si salimos al mercado con tal o cual producto para vencer al competidor? La principal tarea de un líder, debe ser entonces, pensar en términos de posibilidades.

El estudio de oportunidades: un buen líder siempre está al tanto de las oportunidades. Aunque ciertas condiciones impidan, a veces, aprovechar las oportunidades coyunturales: “cuando más estratégicas son las decisiones empresariales, mayor suele ser el compromiso de recursos de la empresa y menor la flexibilidad resultante”(1).

El estudio de habilidades: los líderes tienen que ser buenos estudiantes de sus propias habilidades y de las de los demás, clasificadas en las siguientes dimensiones: “visión conceptual, comportamiento humano y destreza técnica”. (2) Es común observar que hay gente talentosa y con habilidades especiales dentro de las organizaciones y que no han sido descubiertas por nadie. Un buen líder debe tener la habilidad de estudiar a sus colaboradores, para luego darles la oportunidad de expresar lo mejor de ellos.

El estudio de la inevitabilidad: conocer a dónde lo llevarán las acciones presentes debe convertir al líder en un estudioso de lo inevitable. Lo inevitable es el futuro. Las acciones de hoy serán determinantes, para lo que viene. El líder debe ser hábil, sincero y honesto con este tema. Debe manejar de forma adecuada los inconvenientes. Tanto si está al tanto de ellos, como si no se los espera.

Es función de un líder ser sincero con su equipo, y describir los ruidos del agua e incluso llevarlos a imaginarse cayendo por la catarata, y luego preguntar: ¿hay alguien que quiera venir conmigo? Es un don del liderazgo ayudar a las personas, cambiarles la vida, su carrera, su modo de pensar, su actitud. Ser líder es una función de servicio privilegiada. “Las palabras por sí solas no logran nada si no se las canaliza por el conducto de la emoción conectado a la otra persona”. (3)

El estudio de la racionalidad: estudiar sus decisiones, hace del líder una persona que llega a las conclusiones correctas basadas en lo racional. El líder puede aceptar consejos pero no debe asumir que los éxitos sean fruto de ellos. Él debe procesar toda la información recibida en su computadora mental y asegurarse de tomar las decisiones correctas.

Muchas de las personas que aspiran a ser líderes no están dispuestas al desarrollo de estas disciplinas extras, y acuden al mecanismo del corto plazo de la autocracia o la demagogia para obtener resultados. Está demostrado que, con el transcurso del tiempo, estos métodos que despersonalizan a los seguidores ofrecen resistencia. Estimular a las personas es el desafío: “la función principal del líder es orquestar los estímulos para que su gente se motive y responda con el mejor desempeño posible”. (4)

Sin embargo, si los candidatos al liderazgo desean realmente servir a los demás, seguro lograrán conseguir el crecimiento personal y el de los miembros de su grupo. Cualquier sacrificio o esfuerzo enfocado hacia el desarrollo, será un precio pequeño a pagar comprado con los beneficios que podrá obtener a nivel mental, a nivel de sus acciones y a nivel de resultados propios y de los demás.

(1) Sánchez- Runde: Dirección Estratégica de los Recursos Humanos. Biblioteca IESE. Navarra - 1997.

(2) Koontz & Weihrich: Administración, una perspectiva global. Mc Graw Hill - 2006

(3) Freemantle, David: El factor estímulo. Financial Times. Prentice Hall - 2001

(4) Ibidem.

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso