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Especiales #Facilísimo

Pastel de sémola: el postre árabe más rico y más fácil de hacer

Una receta tradicional de Argelia, para empalagarnos de dulzura con algo sencillo y delicioso: el pastel de sémola o Kalb el louz.

El tradicional pastel de sémola árabe, llamado corazón de almendra, llegó a Argelia en 1920. Un emigrante pastelero, Turki Ali, comenzó a preparar lo en su tienda en Belcout.

 

Es un dulce hipercalórico, pensado para consumir en el desayuno, y que nos brinde energía durante toda la jornada. Se suele acompañar con café o té de menta.

 

Tradicionalmente, se consume después de las noches de Ramadán, para romper con el ayuno. Este pastel de sémola se deshace en la boca por su textura extremadamente suave.

 

 

 

Ingredientes

 

-5 tazas de sémola

 

-1 taza de almendras molidas

 

-3/4 taza de aceite neutro

 

-3 tazas de azúcar

 

-1 taza de leche fermentada o yogur

 

-3 cucharadas soperas de agua de azahar

 

Para el cherbette (jarabe)

 

-6 tazas de agua

 

-3 tazas de azúcar

 

-Jugo de ½ limón

 

-Unas gotas de agua de azahar (al gusto)

 

Preparación

 

-Colocar en un recipiente bien grande la sémola, la almendra molida, y las 3 tazas de azúcar.

 

-Incorporar el aceite, revolviendo la preparación.

 

-Agregar el yogur y el agua de azahar, y comenzar a trabajar con la punta de los dedos.

 

-Cuando todos los ingredientes se han integrado, pasar la mezcla a una fuente para horno.

 

-Con la ayuda de una cuchara, pero sin apretar demasiado, estirar la mezcla y se nivela para que forme una masa.

 

-Marcar (sin cortar) con un cuchillo las porciones, formando cuadrados.

 

-Poner una almendra en el centro de cada cuadrado.

 

-Llevar al horno a 200°, hasta que se empiecen a dorar los bordes (unos 20 minutos).

 

-Llevar a la parte baja del horno unos siete minutos, para dorar la superficie.

 

-Mientras la preparación está en el horno, se prepara el jarabe, hirviendo todos los ingredientes durante cinco minutos a partir del momento en que rompe el hervor.

 

-Dejar enfriar bien el jarabe.

 

Sacar la preparación del horno, en caliente, y rociar de apoco el jarabe frío, para que se absorba. Hay que hacerlo en varios pasos, esperando entre una vez y otra que se haya absorbido el jarabe. Mantener la preparación en el horno, con el fuego apagado, entre cada rociada.

 

Una vez que todo el jarabe se absorbió, y la preparación se enfrió, cortar las porciones por donde habíamos marcado, y servir.

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