El Ministerio de Salud ha emitido conjuntamente con el Ministerio de Educación —ambos de la Nación— un protocolo obligatorio para evitar el contagio de Covid-19 entre la comunidad educativa al momento de la reapertura de las instituciones educativas, en fechas tentativas según provincia y nivel de transmisión del virus.
En este sentido, la psicopedagoga Olga Romagnoli compartió algunas reflexiones sobre el tema.
“La escuela como institución que la sociedad ha delegado la transmisión de cultura, ya no le confiere los problemas de adaptación al docente, al grupo de pares a los contenidos de enseñanza aprendizaje, sino que el foco se encuentra en la adaptación a la educación a distancia desde el nivel de interacción del sujeto de aprendizaje, es decir el alumno en una enseñanza remota. Las instituciones se vieron obligadas a implementar espacios de aprendizaje online, impactando o chocando casi de frente con la dinámica familiar, en ella se registraron momentos donde la escena escolar era placentera como aquella de mucho malestar, dependiendo de muchos factores para no descartar la brecha informática, es decir aquellos alumnos que no recibieron ningún archivo, mensaje, actividades, nada por no tener alcance a la conectividad… en principio considero que ellos debieran ser por justicia social quienes reciban la prioridad en la asistencia.
El virus llamado coronavirus vino a interpelar un orden instituido, la cronologización de la enseñanza en compartimentos estancos sin interacción entre ellas, diría en todos los niveles iniciales, primario secundario, terciario y universitario, el cual quedó destituido por la pandemia, pasando a un estado excepcional que es el que estamos viviendo o padeciendo”.
Seguidamente, agregó: “La escuela —en el regreso— le entrega al sujeto de aprendizaje la vuelta al mundo de pares; del otro, del compañero, del par, del compañero de quien estuvo privado, donde la ausencia de los padres los vuelve a empoderar sobre los más pequeños a ser sujetos de creciente autonomía personal y social”, "en la vuelta a clases será el momentos donde podamos evaluar el nivel de aprendizaje alcanzado y como la virtualidad pudo abrir o no un recurso de enseñanza aprendizaje valioso y seguro adquirirá un lugar de investigación y acción al mismo tiempo".
"La escuela -en el regreso- le entrega al sujeto de aprendizaje la vuelta al mundo de pares; del otro del compañero del par, del compañero de quienes estuvo privado, donde la ausencia de los padres los vuelve a emponderarlos sobre a los más pequeños a ser sujetos de creciente autonomía personal y social".
Los vínculos entre los niños y los docentes
Tras las hipótesis que se barajan de un vuelta a clases presencial de manera escalonada y con varios cambios debido a la implementación de protocolos. Los docentes deberán retomar los vínculos físicos con sus estudiantes, relación que solo duró semanas tras el inicio de la cuarentena, sobre esto la licenciada Olga Romagnoli señaló: “Lo que es importante destacar es que el vínculo del docente con el alumno con muchas o pocas horas de virtualidad no reemplaza ese encuentro mágico de la presencialidad. El docente debe recurrir a una intuición creativa y ver la forma de llegar a cada alumno, sin dejar de lado las medidas de salubridad”.
Esta situación ha generado en la mayoría de los niños diríamos un estado de privación afectiva del otro como alguien distinto a mí pero a la vez necesario para convertirme en un ser social, lo cual sería lo más importante del regreso a las aulas y que la educación virtual vino para quedarse como un recurso un poco resistido por cuestiones estrictamente digitales pero que cada institución debe evaluar de aquí en mas para sacar conclusiones desde un dispositivo de relevamiento del acceso que tuvieron a la educación a distancia. Este posible regreso implicará un nuevo desafío, no solo para la escuela en sí sino para todo el grupo familiar.
