Una médica psiquiatra no se presentó a trabajar en los últimos dos días en la clínica Arcadia, lo que llamó la atención de los directivos y colegas. Tampoco atendía el teléfono celular. La doctora Virginia Graciela Mirkin (62 años) tenía una muy buena relación con el resto de los inquilinos del edificio donde alquilaba y vivía sola —un anexo de un hotel que tiene entrada y salida por calle Libertad, entre Tucumán y Buenos Aires—, donde también advirtieron su ausencia.
Ante esta situación y el pedido de sus colegas y vecinos, el personal de mantenimiento se trasladó hasta el departamento del quinto piso C, pero nadie respondió los insistentes llamados a la puerta, aunque la llave estaba colocada desde adentro. En consecuencia, alrededor de las 10.45 de ayer, un empleado de mantenimiento y dos mucamas ingresaron al departamento con una copia de la llave. La médica —quien era hipertensa— fue encontrada inmóvil en la cama y presentaba un líquido rosado en la boca. Inmediatamente, solicitaron ayuda médica y la presencia policial. Paramédicos confirmaron fehacientemente que la profesional se encontraba sin vida.
El cuerpo de la víctima fue examinado por el médico de Policía, quien diagnosticó muerte natural por paro cardiorrespiratorio. Asimismo, estimó que el deceso de la médica se produjo entre 12 y 16 horas antes de que fuera encontrada y no aconsejó autopsia. El fiscal Rubén Alfonzo ordenó que el cuerpo sea trasladado a la morgue y luego entregado a su familia.
