La Justicia condenó en las últimas horas a Claudio Argañaraz a la pena de prisión perpetua por el crimen de Benjamín Amaya, el nene de cuatro años que fue encontrado colgado de un puente en 2019 en Tucumán.
El fallo que sentenció a Argañaraz a la pena máxima por homicidio calificado tuvo en cuenta que el acusado usó su relación de parentesco para llevarse engañado el chico y después matarlo. La principal hipótesis es que lo hizo como una suerte de venganza por sus sentimientos no correspondidos hacia la madre de la víctima, Milagros Avellaneda, publica quepasajujuy.com.ar.
El imputado, hermano del abuelastro del menor, quedó detenido poco después de que encontraran el cuerpo de Benjamín a partir de la declaración de una testigo que aseguró haberlos visto juntos en la escena de crimen.
