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Deportes #Entrevista

Fabián Paz, el atajador de penales e ídolo de Mitre

El exgolero surgió y atajó toda su carrera en el ???auri???. Repasó sus momentos.

Fue un gran arquero y brilló en la década del 80 y principios de los 90, atajando en Mitre. Su humildad y sus grandes actuaciones lo llevaron a ganarse el cariño de la gente “aurinegra”. Uno de los partidos por los cuales quedó marcado fue en los cuartos de final del Torneo del Interior 1990, cuando el equipo que en ese entonces dirigía Luis Barrientos, derrotó en los penales a Gimnasia de Jujuy de visitante para avanzar a las semifinales, con una actuación brillante, tapando tres penales.

Se trata de Fabián Eugenio Paz (54), quien realizó toda su carrera deportiva en el club de sus amores y se retiró joven, con apenas 29 años, por un problema en una rodilla. En la actualidad, alejado del fútbol, el exarquero trabaja como portero en un edificio de la Capital santiagueña y recordó sus mejores momentos bajo los tres palos del “aurinegro”.

 

 

– ¿Cómo fueron y en dónde tus inicios en el fútbol?

– Mis inicios fueron en Mitre, cuando tenía 13 años. Me fui a probar con un amigo de Los Mojones y me tocó quedar para realizar todas las divisiones inferiores, hasta llegar a primera. Mi primer entrenador fue “Chocharo” Santillán. Mitre fue el único club en el que estuve en mi carrera y atajé hasta los 29 años.

 

 

– ¿Cuál es la anécdota más linda que te dejó el fútbol?

– Tengo una muy linda, cuando un árbitro me felicitó luego de haber empatado 0 a 0 con Sarmiento de Catamarca, como visitantes. Ese día me tocó atajar un penal y salvé varios mano a mano. Fue muy lindo el gesto que tuvo el juez conmigo. Aunque también recuerdo mucho cuando ganamos por penales en Jujuy a Gimnasia, en el Torneo del Interior de 1990. Atajé tres penales y fue algo único. 

 

 

– ¿Y la más fea?

– La anécdota más fea es cuando me hicieron un gol muy tonto jugando frente a Güemes. Ese día, un hincha me dijo que me fuera del club. Quizás tenía razón porque fue un error grosero. Pensé en dejar de atajar. Sin embargo, “Maqueco” Ledesma dio una entrevista para un medio en ese entonces, armando el equipo ideal de Santiago y del país y me incluyó entre los mejores. Eso me incentivó para continuar. Otra anécdota fea fue en la previa de una semifinal contra Unión Santiago, del torneo local de 1990. Gente de ellos me ofreció plata para que me dejara hacer goles y mi respuesta fue negativa. Además, atajé dos penales esa tarde que le ganamos (uno de ellos a Omar Orellano), en cancha de Central Córdoba.

 

 

– ¿Qué es lo que más recuerdas de aquella serie decisiva que le ganaron a Gimnasia de Jujuy?

– Lo que más recuerdo es que teníamos un equipazo y nos dirigía “Kuki” Barrientos. Me acuerdo que cuando llegaba el momento de los penales, conversábamos con “Pato” Luna. Había ingresado Raviolo, el número 15 de Gimnasia. Yo le anticipé a Luna que le iba atajar un penal. Él ejecutó el primero de la tanda y le adiviné el disparo. Fue una tarde brillante de todo el equipo. Formamos así: Yo en el arco; Ruiz, Brizuela, Salas y Toloza; Storniolo, Jugo, Ledesma y Bravo; Comán y Luna. A ese equipo lo caracterizó el sacrificio y el buen nivel que tenía. A cualquier rival le costaba ganarnos.

 

 

– ¿El broche de oro hubiese sido lograr ese ascenso a la B Nacional en 1990?

– Creo que sí. Hubiera sido lindo llegar, pero con el tiempo uno se da cuenta que quizás no hubiese sido ideal. Era otra etapa, no teníamos mucho recambio, en lo económico no estaba tan bien el club y se jugaba más por la camiseta. Jugué en Mitre desde los 13 hasta los 29 años y nunca gané un sueldo. Jugaba por los premios.

 

 

– ¿Qué significó haber tenido a un compañero como René Bravo?

– Un orgullo, era un crack.  Era un espectáculo verlo jugar, siempre queríamos que tuviera la pelota. René hacía maravillas y tengo los mejores recuerdos. 

 

 

– ¿Qué significa Mitre en tu vida?

– Muchísimo. Tengo los mejores recuerdos, jugué en todas las categorías del club y fui campeón también en todas. Conocí a muy buenas personas. Eso es lo bueno que me dejó el club. Hasta el día de hoy, la gente me muestra su cariño.

 

 

– Si tienes que elegir al mejor entrenador que tuviste, ¿quién sería?

– Me quedo con tres, “Chocharo” Santillán, “Pepe” Bellido y “Kuki” Barrientos.

 

 

– ¿Por qué dejaste de jugar siendo tan joven?

– En la semana previa del partido decisivo con All Boys, por las semifinales de ese Torneo del Interior del 90, me lesioné la rodilla. Por eso no atajé en el segundo partido, no podía caminar. Aún así estuve en el banco y fue titular Brunetto.  

 

 

– Siempre fuiste de perfil bajo y no gritabas los goles de tu equipo...

– Nunca fui de gritar los goles que hacían mis compañeros, pero hay tres de los que no me olvido nunca. Uno fue el “Tino” Ramírez en una final contra Unión Santiago, cuando ganamos 2 a 1. El otro de Jorge Comán, también frente a Unión. Estábamos 2 a 2 y ese juego se suspendió por incidentes. Luego se reanudó y jugamos los 30 minutos restantes. Fue un golazo de Jorge para ganar y lo recuerdo siempre, al igual que el de Casagrande en Belén.

 

 

– ¿Qué te genera ver al “auri” en la B Nacional?

– Es gratificante y creo que puede llegar a primera división.

 

 

– Para la Selección Argentina, ¿te gusta más Armani o Andrada de titular?

– Soy fanático de River, pero me quedo con Andrada.

 

 

– ¿Fabián Paz es?

– Un tipo responsable. Así fui en mi etapa como futbolista y lo soy en la actualidad con mi familia y el trabajo. Soy un agradecido del fútbol.

 

 

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