Tras una larga tarea colaborando en los viveros japoneses en la provincia de Buenos Aires, un vecino de Villa Atamisqui cultiva plantas autóctonas para convertirlas en bonsáis.
Cabe destacar que el bonsái es una técnica milenaria originaria de Japón para el cultivo en macetas pequeñas de algunas especies de árboles, plantas y arbustos ornamentales, a los que se cortan brotes y raíces para evitar que adquieran su tamaño normal.
Hace un par de años, Lucas Maldonado decidió hacer del patio de su casa un gran jardín con huerta e invernaderos incluidos para pasar el tiempo con sus hijos y enseñarles sobre el cuidado botánico. Fue cuando llegó el primero de sus cuatro hijos que optó por cultivar algarrobos, palos cruz y ceibos, a los que fue moldeando de formas variadas, al mejor estilo japonés. Hoy tiene más de 30 bonsáis grandes y unos 50 pequeños, según contó. En diálogo con el Multimedio, Lucas manifestó: “Todo esto se me ha ocurrido hace 11 años cuando nació mi primer hijo. Quería hacer los bonsáis para enseñarles a mis hijos sobre esto, para que más allá de los estudios tengan un oficio o simplemente sepan algo más en su vida; les enseño todo lo que yo aprendí. Mi trabajo es de hojalatero y herrero, pero esto lo hago para enseñarles a ellos y de paso es una entrada más de dinero por intermedio del vivero. Los bonsáis solamente los hago para enseñarles a ellos, no los vendo porque lleva un largo tiempo armarlos, los que tengo tienen como 12 años”.
Asimismo expresó: “Esto lo aprendí en Buenos Aires, estuve trabajando 10 años en una colonia de japoneses que eran viveristas, y ellos me enseñaron. Cuando volví a Santiago y nació mi primer hijo se me ocurrió comenzar con esto y ponerlo en práctica. Lo vamos llevando bastante bien, tenemos nuestro vivero y nuestra huerta, donde todo es orgánico, no usamos nada de químicos aquí”.
