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Deportes #Entrevista

???El gol que le hice a Mitre me marcó para siempre???

Juan Carlos ???El Pollo??? Roldán, el ???ídolo moderno??? de Central Córdoba, hizo un gol en un clásico que valió mucho: una clasificación al Nacional B.

Agrandar imagen El Rey del
El Rey del "Pollo". Crédito: Juan Carlos Roldán, uno de los grandes ídolos de los "ferroviarios".

Fue un enganche de lujo, un jugador diferente que deslumbró a todos en su época. Se podría decir que es considerado el ídolo “moderno” de Central Córdoba. Además, del “ferro” se dio el gran gusto de ser campeón en grandes clubes de nuestro país, como Newell’s Old Boys de Rosario (nada menos que en la “Bombonera“ ante Boca) y Banfield.

 

Se trata nada más y nada menos que de Juan Carlos Roldán, conocido en el mundo del fútbol como “El Pollo”. Roldán, actualmente entrenador, repasó junto a Nuevo diario su rica carrera futbolística y relató el día que le ganaron la gran final de 1986 a Mitre, cuando el ”ferroviario“ logró el pasaporte al primer Nacional B (3-2, el “Pollo” hizo el gol decisivo).

 

Se retiró en 1998, como no podría ser de otra manera, en el barrio ”Oeste“, con la conquista de un ascenso al Argentino A.

 

—¿Cuándo y dónde comenzó tu historia?

—Hice un año de inferiores en 1978 en Central Córdoba. Pero realmente comencé en 1984, donde me dediqué de lleno a entrenar y a jugar. ”Lito“ Cordero, un recordado dirigente, fue el que me fue a buscar y ahí empezó toda esta historia en el club.

 

—¿Por cuántos clubes pasó?

—De Central Córdoba pasé a Newell’s. Fue una venta. De ahí me prestaron al fútbol mexicano (jugué un año en el lrapuato) y me tocó regresar a Rosario. En 1991 pasé a Banfield y dos años después a Quilmes. Mientras que después estuve en Douglas Haig de Pergamino, Cipolletti de Río Negro y mis últimos años los jugué en Central Córdoba. Cuando regresé, en 1998, ascendimos al Argentino A.

 

—¿Qué es lo que más extraña de su etapa como jugador?

—El vestuario. Eso es incomparable a cualquier cosa. Ahí se armaba el grupo y nos conocíamos como personas.

 

—¿En Central pasó sus mejores momentos?

—Sí, siempre pasé buenos momentos, pero considero que en Banfield también fueron buenos años. Pasé las temporadas prácticamente sin lesiones y eso fue más que positivo.

 

—¿Cuál es la anécdota que más recuerda?

—Para mi fueron todos momentos lindos. Uno de ellos fue jugando para Banfield. Le ganamos por penales la final a Colón, en Córdoba, en 1993. Antes de culminar la definición, estaba previsto que yo ejecute el último disparo. Sin embargo, atajó Puentedura el último penal de ellos y terminamos festejando el ascenso.

 

—¿Cómo fue tu etapa en Newell’s?

—Fue buena y también difícil. Yo llegaba a un equipo campeón y con todos los jugadores del club. Había grandes estrellas y me costó adaptarme. Luego coronamos un gran año siendo campeones en cancha de Boca.

 

—Fue histórico lo logrado en a “Bombonera”...

—Fue algo hermoso y en una tarde lluviosa. Terminamos ganando en los penales ese título de 1991. Me pasó algo parecido cuando estaba en Banfield. Yo iba a ejecutar el último penal de la serie, pero Norberto Scoponi fue la gran figura y fuimos campeones en La Boca. El último penal, Walter Pico lo estrelló en el travesaño. En esa final me tocó ingresar en lugar del ”Tata“ Martino.

 

—¿Quién fue tu mejor entrenador?

—Y de todos uno saca cosas buenas, pero con el que más cómodo estuve fue con don Julio San Lorenzo, durante su etapa en Central Córdoba. Otro que me marcó fue Carlos Babington en Banfield.

 

—¿Y tu mejor compañero?

—Compañeros todos, pero amigos pocos. Aquí en Central y en los demás clubes donde estuve.

 

—Si tuvieras que elegir un gol o un partido, ¿cuál sería?

 

—Hay varios goles que hice y que fueron importantes. Por ejemplo el que le marqué a Belgrano de Córdoba y otro a Colón. Mientras que un buen partido se podría decir fue uno que jugamos contra Atlético Tucumán. Pero el que le hice a Mitre (final que le otorgó la clasificación a los “ferroviarios) me marcó, fue un partido histórico y en el cual los dos definíamos el ascenso al viejo Nacional B.

 

—¿Cuántos títulos pudo festejar?

—Tuve la suerte de ganar varios títulos. Fui campeón en Central Córdoba, Newell’s y en Banfield.

 

—¿Quién es tu ídolo?

—Ricardo Bocchini, siempre... y gran un referente para mí fue Eliseo ”Cacho“ Cardozo.

 

—¿Y quién es el jugador que más lo impresionó?

—Nelson Vivas, cuando lo tuve de compañero en Quilmes. Por todo, como persona y jugador. Por algo llegó a lo máximo.

 

—¿Cómo pasó a ser entrenador?

—Comencé en Central Argentino. Si no me equivoco fue en 1999 junto con ”Pichón“ Juárez. Ahí fue mi inicio como entrenador.

 

—¿A la cuarentena cómo la lleva?

—Bien, tratando de ser consciente de todo esto y de cuidarse mucho. Hago cosas en mi casa que por ahí uno no sabía que las podía realizar.

 

—Como ídolo del club, ¿qué le genera ver a Central Córdoba en Primera?

—Me genera una tremenda alegría, es lo máximo. Es algo que no se imaginaban muchos, pero que se dio y el club se lo tiene muy bien merecido.

 

—¿Le quedó alguna deuda pendiente?

—No, para nada. Hice lo que me gustaba y de la mejor forma posible. No quedo nada pendiente y tuve la suerte de ser campeón dentro de la gran cantidad de jugadores que hay en el fútbol argentino. Me siento un privilegiado.

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