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Deportes #Entrevista

Manuel Alberto Rojas, el enganche que brilló en "Estuki"

El exjugador, surgido en Unión Santiago, dejó un gran recuerdo en Estudiantes de Huaico Hondo. Repasó su carrera como futbolista.

Nació en Tintina, departamento Moreno, el 23 de febrero de 1975. Hizo su carrera como futbolista en Santiago Capital y surgió en el Club Atlético Unión Santiago, donde realizó las divisiones inferiores. Brilló en los clubes donde estuvo y Estudiantes de Huaico Hondo fue uno de los que más disfrutó su calidad. Hablamos de Manuel Rojas (45), aquel gran enganche que tuvo nuestro fútbol y que además de vestir la camiseta de “estuki”, también fue refuerzo de Güemes.

 

Hoy alejado del fútbol, deporte del cual se retiró en 2006, actualmente es gerente de producción. El exjugador repasó con Nuevo Diario su gran carrera y recordó el paso por los diferentes clubes en una entrevista imperdible. Un crack.

 

 

– ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?

– Me inicié futbolísticamente en el año 1984, en las inferiores de Unión Santiago, comenzamos con el babi fútbol, a cargo de los entrenadores Julio Medina, Luis Boláñez y el “Gringo” Oviedo. Julio Medina solía recorrer los barrios, él nos invitó a Unión Santiago junto a un amigo (Luis Paladea). Jugué varios años en reserva (no podía entrenar en forma continua por concurrir a una escuela técnica en doble turno) y debuté oficialmente en Primera en el año 1993 con 18 años. Mi retiro se dio en 2006.

 

 

– ¿En cuántos clubes jugaste?

– Tres. Unión Santiago, Estudiantes y estuve dos años con Güemes como refuerzo en Torneos del Interior.

 

 

– ¿Qué es lo que más extrañas de tu carrera como jugador?

– Se extraña la actividad en sí, los entrenamientos y el juego que es distinto al amateur. También a los compañeros.

 

 

– Estuviste muy cerca de arribar a Newell’s, ¿verdad?

– Sí, tuve esa posibilidad en 1989. Tenía 14 años. Pasé la primera prueba y me llamaron para la segunda evaluación, pero por razones económicas y priorizando el estudio no pude asistir.

 

 

– ¿Dónde consideras que pasaste tus mejores momentos?

– Disfruté toda mi etapa como futbolista. En Unión Santiago en inferiores, conocí prácticamente todo el país, por los viajes que realizamos, algunos con mi categoría y otros con mayores. En Estudiantes fue una etapa hermosa en Primera División, por sus excelentes dirigentes y el aprecio y gratitud de los simpatizantes.

 

 

– ¿Una anécdota?

– Yo tenía que bañarme después de los entrenamientos, puesto que tenía que ir a trabajar. No había agua caliente en los vestuarios, entonces pedí a los dirigentes de Estudiantes que compraran un termotanque. Lo terminé colocando yo con la instalación de cañería y todo. Una linda anécdota. Considero que en “estuki” siempre se portaron bien conmigo.

 

 

– ¿Tu mejor entrenador?

– Sería muy injusto elegir a un técnico porque de cada uno se aprende un poco. Tuve varios, como los son Mario Britos, Hugo Tévez, Julio San Lorenzo, Luis Valoy, “Kuki” Barrientos, “Capo” Noriega, “Agapito” Torres, Justo Tulli, Jorge “Cholo” Woitquivich y Miguel Rodríguez, entre otros.

 

 

– ¿Un compañero?

– Dos: “Taty” Benavídez y Miguel Nieto. Con Miguel hicimos todas las inferiores en Unión Santiago y luego nos volvimos a juntar en Estudiantes en Primera División.

 

 

– ¿Tu mejor gol?

– Un gol que siempre recuerdo es el que le hice a Miguel Yelpo en cancha de Mitre. Luego de un centro hubo un rechazo, la pelota me quedó en el pecho, fuera del área, saqué mi remate al palo derecho y el arquero no llegó. Y dos a Martín Campos, que es un gran amigo. Uno en cancha de Estudiantes en el último minuto del partido, recibí la pelota de César Moreno, pude eludir a Martín y anoté el gol del triunfo. Otro en cancha de Güemes, le pegué por arriba desde unos 40 metros y no llegó Martín sobre el arco que da a la avenida Aguirre. Hermosos recuerdos.

 

 

– ¿Cuántos títulos festejaste?

– Con Estudiantes jugamos muchas finales, pero una ganamos y conseguimos la representación de Estudiantes a un torneo nacional, con Julio San Lorenzo como entrenador. En aquel entonces era el viejo Argentino B del año 2004. Teníamos un gran equipo.

 

 

– ¿Un referente?

– Mi viejo, Carlos Alberto Rojas. Es el que siempre me hablaba, me aconsejaba y retaba cuando no hacía las cosas bien. Le encantaba el fútbol, jugaba en Tintina, mi ciudad natal.

 

 

– ¿Cuál fue el jugador que más te impresionó?

– Sin dudas que “Cani” Herrera. Un jugador diestro que marcaba la punta izquierda. Tenía un gran dominio de pelota, goleador y tuve la suerte de jugar con él. Era admirable la dinámica y el juego que presentaba.

 

 

– ¿No te animaste a ser DT?

– Siempre proyecté mi vida más allá del fútbol. Este deporte me dio mucho, pero mi actualidad pasa por otro ámbito. Me encantaría dirigir, me comprometo a estudiar y conseguir mi título de técnico.

 

 

– ¿Cómo la llevas a la cuarentena?

– Lamentablemente la cuarentena es necesaria. Los que somos asalariados estamos medianamente bien. La dificultad pasa por aquellas personas trabajadoras independientes, que tienen que pelearla día a día. Lo positivo es que en la provincia están siendo estrictos con los controles. Dentro de todo en Santiago está controlado el virus.

 

 

– ¿A qué te dedicas actualmente?

– Actualmente soy gerente de producción en Coteminas Argentina, una empresa textil internacional.

 

 

– ¿Cómo está compuesta tu familia?

– Está compuesta por mi esposa Sonia Álvarez, Florencia y Álvaro (hijos) y mi nieto Lautaro.

 

 

– ¿Te quedó alguna deuda pendiente?

– Tal vez si le dedicaba más tiempo al fútbol podría haber estado en una mayor categoría e incluso ser jugador de selección, pero mis objetivos en esa época pasaban por el estudio y el trabajo. Aunque considero que disfruté mucho mi carrera.

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