Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
El País #Innovador

Crearon una aplicación para que los sordos e hipoacúsicos puedan comunicarse con barbijos

A quienes tienen algún tipo de discapacidad auditiva, los protectores faciales los complican

En el marco de la crisis que provoca el coronavirus en Argentina, los docentes de la Universidad Nacional de Tres de Febrero trajeron buenas noticias. La semana pasada se difundió que desarrollaron una aplicación de celulares para ayudar a las personas hipoacúsicas o sordas, a quienes les cuesta comunicarse en la vía pública desde que se multiplicó el uso de barbijos y tapabocas

 

A quienes tienen algún tipo de discapacidad auditiva, los protectores faciales los complican. Cuando se colocan un barbijo pierden calidad en la frecuencia de sus audífonos, o se les vuelve dificultoso decodificar mensajes visuales cuando su interlocutor utiliza un tapabocas, lo cual impide que puedan leerle los labios, indicó Clarín.

 

En ese contexto nació TESCUCHO, una aplicación que convierte la voz a texto para facilitar la comunicación. El programa ya está disponible para descargar en los celulares y tablets que cuenten con plataforma Android. La versión de IOS para Apple estaría lista para salir en los próximos días.

 

El uso de esta aplicación, que fue creada por los ingenieros David Chaik, Andrés Piegari y Mariano Arouxet, es sencillo. Cuando se instala y ejecuta, aparece un ícono de una oreja que, al pincharlo por primera vez, solicita el permiso de la aplicación para utilizar el micrófono.

 

A partir de ahí el recorrido es el siguiente: se graba el mensaje que se quiere comunicar e inmediatamente es transferido a texto con una tipografía grande, para que la persona que está enfrente pueda leerla a una distancia considerable y así evitar posibles contagios de coronavirus.

 

La aplicación permite ajustar el tamaño de las letras deslizando el cursor en la parte inferior de la pantalla. Al comenzar a pronunciar alguna frase, la aplicación realiza la traducción a texto y se detiene automáticamente ante un silencio largo. Además, también permite escribir mensajes directamente como texto.

 

“La creación de esta App es una excusa para revisar nuestras prácticas. El hecho de instalarme una aplicación que me permite comunicarme mejor con una persona sorda va a hablar de mi capacidad de empatía, de mirar al de al lado. Sabemos que si educamos a la población en la diversidad no va a ser necesario hablar de inclusión. Mientras tanto, como integrantes de una institución educativa pública queremos aportar, y que esta herramienta sirva nuevamente para pensarnos”, explicó Alejandro Bidondo, ingeniero y director del Centro Integral de Servicios Tecnológicos de Acústica y Sonido (CISTAS) de la Untref.

 

Su colega David Chaik, que es Coordinador de Producción y Proyectos del CISTAS y profesor de materias de Electrónica de Audio en la carrera de Ingeniería de Sonido, destaca: "Esta es una idea que implica una educación para toda la sociedad: nosotros queríamos ayudar a la comunidad hipoacúsica porque sentíamos que de alguna manera estaba quedando excluida en algunas situaciones".

 

Y ejemplifica: "Nos enteramos que una guardia quería decirle que se corriera a una mujer que estaba mal parada en la fila del supermercado y ella no podía entenderla por el barbijo. Por eso, esta aplicación está pensada para que la utilicen las personas que atienden al público, sea en los bancos, dependecias del Estado o supermercados, por ejemplo".

 

Mónica Edith Leguizamón es hipoacúsica y hace poco más de un mes publicó un video en el que detalló la situación que vivió su amiga Diana Rosmarin en un supermercado.

 

En la filmación, una guardia que le daba indicaciones que ella no podía entender porque, como es hipoacúsica, no lograba leer los labios de su interlocutora, con barbijo.

 

El video llegó a los ingenieros y docentes de la Untref e inspiró la idea de la aplicación TESCUCHO. De hecho, Mónica probó las versiones beta de la aplicación y realizó sugerencias para mejorarla antes de que fuera lanzada de manera oficial.

 

"La aplicación aporta para mejorar esta situación insólita que vivimos todos los que convivimos con la discapacidad auditiva. Ya hace rato que estamos 'encerrados'. Es decir: antes del uso obligatorio de los barbijos siempre nos costó entender a los demás. Muchos asumen, en su ignorancia, que al tener el audífono o el implante ya oímos como ellos, pero hay que seguir erradicando ese mito", eplica Mónica. 

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso