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Deportes #Entrevista

Ramón Araya: "Disfruté mucho jugar al fútbol y esta profesión me dejó grandes amigos"

"El Diablo" Araya, tucumano de nacimiento pero santiagueño por adopción, repasó su gran carrera futbolística. Un lujo.

Nació en Tucumán y dio sus primeros pasos en el fútbol en Dos Leones de Frías. Con el correr del tiempo, se instaló en nuestra provincia y actualmente reside en la Capital santiagueña. Jugó en los equipos más importantes del norte del país, en los grandes de nuestra provincia como Central Córdoba y Mitre, y se dio el gusto  de ser campeón con casi todas las camisetas que defendió. De hecho, es uno de los grandes ídolos que tiene San Martín de Tucumán.

 

 

Ramón “El Diablo” Araya (46), aquel lateral-volante que triunfó en todos los equipos donde jugó, también fue otro de los que dejó su sello y nos contó la gran carrera que tuvo. Una entrevista imperdible con Nuevo Diario.

 

 

– ¿Cómo fueron y en qué año tus inicios en el fútbol?

– Comencé en el baby fútbol, jugando en Barrio Parque de mi querida ciudad de Frías. Con el correr del tiempo, fui aprendiendo mucho más, me gustó la carrera de futbolista y empecé a dar mis primeros pasos en Dos Leones, cuando tenía 16 años. Tuve la suerte de compartir equipo con grandes jugadores y con alguien que dejó una historia muy linda en el deporte nacional, como lo es Eliseo Cardozo. Él me transmitía y me inculcaba la pasión por el fútbol. Me enseñó mucho. Ese año, salió campeón Central Córdoba de Frías y me convocaron para entrenar. En esa época, jugaba “Tono” Aranda, “Tony” Campos y Saganías, entre otros. Teníamos un equipo impresionante y que representaba a la ciudad. Me gustaba mucho entrenar y era responsable. Entonces, cuando echaron al DT, llegó Hugo Tevez, un conocido mediocampista que tenía Instituto de Córdoba. En el torneo del Interior, nos enfrentamos con Unión Santiago y Tiro Federal de Belén. Ese entrenador me dio la posibilidad de jugar. Me llevaron para completar la lista y terminé jugando a la par de grandes futbolistas y con mucha experiencia. Me sentía uno más en el campo de juego y debutamos con Unión Santiago. Lo lindo fue la confianza que me dio Hugo Tevez. Siempre tenía la idea de llevarme a Instituto. Después tomó el mando en Unión Santiago y él me llevó como refuerzo. Estaba contento, era la primera vez que salí de mi ciudad y con mucha esperanza. Me instalé en una pensión y empecé a jugar en Unión. Me dieron la oportunidad, no la desaproveché y anduve bien. Cuando despiden a Tevez, asume “Kuki” Barrientos, un tipo que fue muy generoso conmigo. Lo bueno que me pasó en el fútbol fue tener grandes técnicos, me trataban bien y cuando me tenían que tirar de la oreja, también lo hacían. Ese año le ganamos a Güemes en cancha de ellos y fuimos campeones. Le ganamos 8 a 0 y fue muy lindo. Ahí empezó a surgir más mi carrera, me metí más en el tema, con mucha conducta. Luego pasé a Mitre y se hizo un torneo triangular para clasificar al Argentino B. El primer partido nos tocó con Güemes y los eliminamos. Le marqué un gol a Miguel Yelpo. En la final jugamos justamente con Unión y perdimos. La segunda final no jugué por una lesión. Anduve por muchos clubes y gracias a Dios, de la mejor manera. Mi virtud siempre fue el respeto. Me retiré a los 43, jugando en Policial de Catamarca.

– ¿Cuándo diste el salto a San Martín de Tucumán?

– La primera vez que llego a San Martín fue tras jugar en General Paz Juniors. El fútbol no solo significa firmar un contrato para ser profesional, sino hay que serlo siempre y físicamente era fuerte, me gustaba trabajar. Para llegar al “santo”, tuvo que hablar el presidente de Junior con la dirigencia de San Martín. Estuve a prueba en un primer momento y me quedé. Fue en 1996. Empezó el torneo Nacional y jugué todo el año. Hicieron uso de la opción y me compraron. San Martín es el club de mis amores, me hacen sentir bien. El hincha es muy especial y es una institución muy grande. Me hice hincha, siempre lo voy a ver y cuando me cruza un simpatizante, me saluda. Eso muestra a las claras que uno dejó un gran recuerdo como jugador.

– También te diste el gusto de jugar en los grandes de Santiago...

– Jugar en Mitre y Central Córdoba fue inolvidable, pasé por los dos clubes más grandes de Santiago. Me lo hicieron saber también sus hinchas, que siempre me respetan, sea el de Mitre o el de Central. Eso me llena de satisfacción. Estoy agradecido con ambas instituciones por el respeto.

 

 

– ¿Qué es lo que más se extraña de tu etapa como jugador?

– Se extrañan las concentraciones y el hecho de ir una hora antes a los entrenamientos para tomar mate y estar con los compañeros. Pero lo que más extraño es jugar, me pasa cuando voy a verlo a San Martín. Dan ganas de entrar al campo de juego, pero es algo que ya no puedo hacerlo. Se extraña mucho el cariño que me brindaba la multitud del “santo”.

 

 

– ¿De dónde surge tu apodo “Diablo”?

– El apodo me lo pusieron por el boliviano Marco “Diablo” Etcheverry. Jugaba en la misma posición y tenía el pelo largo. Por ello me pusieron “Diablo”. Soy más conocido por mi apodo que por mi propio nombre.

 

 

– ¿En qué equipo pasaste tus mejores años?

– Tuve muchos momentos lindos en los distintos clubes, pero resalto que mis mejores años los viví en San Martín por el respeto y cariño que me tiene la gente.

 

 

– ¿Un compañero?

– Decirte un nombre sería faltarle el respeto a muchos que jugaron conmigo y que me aconsejaron. Tuve la suerte de jugar con gente de experiencia a nivel nacional. Estoy agradecido de todos los grandes compañeros.

 

 

– ¿Tu mejor gol?

 

– Algunas veces me solía equivocar (risas). Le hice un lindo gol a Almagro jugando para Juventud Antoniana. Arranqué de mitad de cancha y llegando al área hice una pared con “Pichi” Velardez y me quedó justo para pegarle y la puse en un ángulo. Ese día ganamos 2 a 1. Fue un hermoso gol.

 

 

– ¿Quién fue el jugador que más te impresionó?

– Tuve muchos compañeros de jerarquía, pero el que más me impresionó es el uruguayo Luis “Chiche” Sosa, un fuera de serie, un fenómeno. Es ídolo en Belgrano de Córdoba.

 

 

– ¿Un entrenador?

– Con todos los técnicos tuve una relación extraordinaria. Destaco que uno de los mejores fue Hugo Tevez, quien me transmitió y enseñó mucho. Aquí en Santiago del Estero lo tuve a “Kuki” Barrientos, un tipo al que quiero muchísimo. A nivel nacional los tuve a “Teté” Quiroz, Pedro Marcheta y Salvador “Gato” Daniele, quienes me marcaron mucho. Todos me enseñaron el lindo camino que se recorre en la profesión, que es duro porque se deja a la familia.

 

– ¿Tu mejor momento en una cancha?

– Hay grandes momentos que viví. Pero destaco uno jugando en Sportivo Patria de Formosa en el Argentino A. No me olvido cuando lo dejamos afuera a Atlético Tucumán y con su gente. Para mí era un partido aparte. Se querían morir (risas). Fue algo extraordinario para mí como hincha de San Martín.

 

 

– ¿Cuántos títulos ganaste en tu carrera?

– Tuve la suerte de ganar varios torneos, pero también perdí algunos ascensos a Primera A.

 

 

– ¿Ya fuiste técnico de primera división?

– Sí, dirigí a Villa Cubas de Catamarca, a mi querido Talleres de Frías y últimamente estuve trabajando en Unión Santiago. Me gustaría laburar con los chicos y transmitir todo lo que aprendí.

 

 

– ¿A qué te dedicas?

– Mi trabajo es independiente y estoy con la política. Esperemos que pase todo esto para armar un lindo proyecto en mi ciudad de Frías.

 

 

– ¿Hace cuánto tiempo resides en Santiago?

– Ya son 18 años que me vine definitivamente, soy un santiagueño más.

 

 

– ¿Cómo la llevas a la cuarentena?

– La llevamos de la mejor manera. No es muy agradable pedir permiso para salir, pero es necesario cuidarse. Es lo que le digo a mi señora y a mis hijas. Hay que cuidarse uno mismo y a los demás. Se trata de pasar el tiempo cocinando algo, haciendo cosas dulces y entrenando. Tengo dos nenas, mi mujer y también a mi suegra, ya que lamentablemente tuvimos la desgracia de perder a mi cuñada en esta época. Esperemos que podamos salir pronto de esto, lo único que hay que hacer es lo que dice el gobernador de la Provincia, que es cuidarse. Es algo que le pasa a todo el mundo y hay que tomar conciencia. 


 

 

– ¿El fútbol te dejó alguna deuda pendiente?

– Creo que tuve una mala elección. Me querían dos clubes en un momento, que eran Gimnasia y Tiro de Salta e Independiente. Y me quería un entrenador que me conocía, que es Enzo Trossero. Tuve la posibilidad de ir al “rojo”, pero elegí irme a Salta. Más allá de eso, San Martín tampoco me largó y esa es una deuda pendiente que siempre le comento a mis hijas, que es no haber podido jugar en un grande del país.

 

 

– ¿Qué es lo más importante que te dejó el fútbol?

– Lo lindo de todo es que esta profesión me dejó grandes amigos y jugué en 16 o 17 equipos. Ahora estoy en otra etapa, disfrutando de mi familia. Le quiero agradecer a mi señora, a mis dos hijas (Julieta y Carolina) que siempre están conmigo, en las buenas y en las malas, al igual que mi vieja y los familiares que están en Frías. Hice una hermosa carrera y formé una gran familia. Ahora uno trata de disfrutar los sábados jugando con los chicos de Abogados Cat, tratando de pasar lindos momentos.

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