El Gobierno de Axel Kicillof defendió este martes su propuesta de reestructuración de deuda en dólares bajo legislación extranjera por u$s 7.418 millones pero reiteró el “llamado al diálogo” con los acreedores, luego de que un grupo de bonistas que dice representar al 40% de los tenedores saliera a rechazar, por segunda vez, la oferta presentada por la Provincia.
En esa línea, el mandatario desplegó un gesto como el mostrado en las últimas horas en el plano nacional por Alberto Fernández, quien habilitó una negociación para recibir una contrapropuesta “de sentido común” de los acreedores, con la mirada puesta en reencaminar las conversaciones y esquivar el default.
“Hemos realizado la mejor oferta que consideramos posible dentro de nuestras restricciones”, argumentó el Ministerio de Hacienda y Finanzas bonaerense que comanda Pablo López, cerca de las 20. Pero remarcó que “en este momento” se encuentran “en diálogo continuo con los tenedores de bonos”. “Es en este sentido que nos mantenemos abiertos a todas aquellas consideraciones que se enmarquen en los lineamientos de sostenibilidad que hemos presentado”, dijo.
En ese último punto radica el guiño: están dispuestos a recepcionar “algunas consideraciones” elevadas por los acreedores, siempre y cuando no se desmarquen de los criterios de sostenibilidad de la deuda defendidos por el Gobierno bonaerense.
La cartera de Hacienda de todas formas salió a “lamentar” el “desafortunado comunicado”del “Comité Directivo del grupo ad hoc de tenedores de bonos de la Provincia, en medio de las conversaciones que la Provincia ha venido llevando adelante de buena fe”.
En esa línea, enfatizó que la propuesta elevada por Kicillof “no sólo permite la recuperación de la sostenibilidad de la deuda, sino que incorpora algunas ideas y peticiones que los acreedores” les han “hecho llegar”. Además subrayó que “la alternativa que presentó dicho comité en su momento lamentablemente no pudo ser considerada viable por la ausencia de un alivio significativo de la deuda”. “Una propuesta que sólo brinda un alivio de corto plazo hipotecando el futuro de la provincia nunca puede ser una solución aceptable”, dijeron.
Por la mañana, ese grupo de bonistas había insistido en su rechazo a la propuesta, aunque dijeron que permanecen “listos y dispuestos a participar de manera constructiva en una solución negociada”.
Los tiempos corren: el próximo lunes vence la invitación a los acreedores para sumarse al canje bonaerense, y ese día también expiran los 10 días de gracia de un pago por u$s 110 millones que el Gobierno no concretó el viernes, precisamente por ser parte de la deuda que busca reestructurar.
La propuesta bonaerense contempla tres años de gracia, una quita de intereses del 55% y de capital del 7%, y un alargamiento del cronograma de vencimientos.
