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Deportes #Entrevista

José "Capo Noriega: "El fútbol es lo más lindo que me regaló la vida y lo vivo día a día"

???Capo??? repasó su gran carrera. Surgió en ???estuki??? y es ídolo de San Martín (T).

Fue uno de los jugadores de mayor trayectoria jugando afuera de nuestra provincia. Nacido en Nueva Esperanza y surgido como futbolista en Estudiantes de Huaico Hondo, se convirtió en uno de los grandes ídolos de San Martín de Tucumán y se dio el gusto de pasar por equipos de afuera del país, como en Ecuador y México.

 

 

José Humberto Noriega, actualmente entrenador, contó en un diálogo exclusivo con Nuevo Diario, las mejores vivencias que le dejó el fútbol. Un “Capo” en todo sentido.

 

 

—¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol y por cuántos clubes pasó?

—Yo empecé a jugar en 1973, en el club Estudiantes de Huaico Hondo, en la sexta división. Tras un corto período en inferiores, comencé mi carrera en la primera del club. Fue muy hermoso todo lo que pasé en esa institución, fue un década importante en cuanto a logros. Ganamos dos o tres torneos y clasificamos a los regionales. Logramos llegar al Torneo Nacional. Aunque en un lapso de mi carrera en “estuki”, me tocó emigrar a Ferro Carril Oeste, en la temporada 1978. Toda la vida mis viejos fueron docentes y no aceptaban que yo sea jugador de fútbol. Ferro me compró e igual así, mi papá hizo valer la patria potestad. Con el “verde” jugué nacionales y debuté en primera junto a Alberto Márcico. Tras ello, volví a Estudiantes, jugamos el viejo Nacional, pasé a Sarmiento y ya me venía siguiendo un ingeniero que después me llevó a San Martín de Tucumán. También me tocó integrar el seleccionado de la Liga Cultural. Además, me tocó defender las camisetas de Chaco For Ever, Emelec de Ecuador y Necaxa de México.

 

 

—En su paso por Sarmiento, estuvieron muy cerca de ascender...

—En Sarmiento pasé lindos momentos y tuve hermosas vivencias. Jugamos el viejo Regional y perdemos en una final con Atlético Concepción para ascender. Teníamos un equipazo y lo integraban Palomba, Tártalo, Bernuncio, entre otros. Fue un placer jugar con esos futbolistas.

 

 

—¿Cómo le dio salto a San Martín?

—Justamente se dio tras mi paso por Sarmiento. Yo estaba de vacaciones y mi viejo me había inscripto en la Facultad de Derechos en Tucumán. En ese momento, llegó el ingeniero Milki para cerrar todo para arribar a San Martín de Tucumán junto con mi padrino. Hasta que mi padre aceptó que me vendieran al club tucumano. Allí jugué muchos nacionales y regionales, quizás fue lo mejor de mi carrera. Conseguimos un triunfo histórico ante Boca en la “Bombonera” 6 a 1, en 1988.

 

 

—¿Qué significa ser uno de los grandes ídolos del “santo” tucumano?

—Formé parte de aquellos ascensos históricos, desde la Liga local hasta el Nacional, en la temporada 88. Mi otro ascenso fue en 1992. Considero que San Martín no solo es grande en el interior del país, si no es uno de más grandes de América, con todo respeto a los demás equipos. Es un club que tiene una gran convocatoria, aún estando en la liga local, a San Martín lo iban a ver 20 o 30 mil personas. No importa la categorías, son muy pasionales. Fui jugador, entrenador y gerente de fútbol de la entidad. Formó parte del grupo de tantos muchachos que se pusieron esa linda camiseta. Es un orgullo para mí.

 

 

—¿Un entrenador?

—Todos los técnicos que tuve me han guiado, me nutrieron de conceptos y me inculcaron lo mejor como persona y jugador. Aprendí de ellos para ser entrenador. No elijo uno, porque todos me formaron y estoy agradecido.

 

 

—¿Un compañero?

—Durante mi carrera conté con muchísimos y muy buenos compañeros. Pero yo nunca me focalizo en nombres, no personalizo. Siempre fue así para mí y no quiero nombrar solamente a uno.

 

 

—¿Quién fue el jugador que más lo impresionó?

—Tuve la suerte de jugar con grandes futbolistas, sea en contra o tenerlos como compañeros. Fueron muchísimos que tenían un gran nivel, entre ellos, Rodríguez, Horacio Pons, Chazarreta, Bonet, Soria, Medina, Garnica, Pedano, Omar Pérez. 

 

 

—Tiene un gran recuerdo enfrentando a Diego Maradona...

—Sí, la verdad que si. Es otra de las grandes anécdotas que me dejó este hermoso deporte. Para cualquier jugador es un honor enfrentar a Diego Maradona. Fue un partido que lo organizó “Palito” Ortega cuando era gobernador de la provincia de Tucumán y me obsequiaron que ese sea mi partido despedida. Nos enfrentamos a un seleccionado compuesto por jugadores de San Martín y Atlético, contra Diego Maradona y los campeones del Mundial 1986, nada menos. Es un grato recuerdo. Cuando Maradona jugó en Boca y en Argentinos.

 

 

 

-¿Como dio el salto para ser técnico?

-Tengo la suerte de haber dirigido muchísimos clubes, desde Salta, pasando por nuestra provincia y en el sur del país. Comencé en San Martín. Era un momento difícil y surgió el hecho de dirigir al equipo. 

 

 

-¿Una anécdota?

-Yo soy oriundo de Nueva Esperanza y me quedó una anécdota muy linda. Ferro nunca fue un club convocante. Sin embargo, ver más de mil personas oriundos de nuestra provincia que fueron a verme en un partido y con una bandera de apoyo, fue algo inolvidable. Me volví a encontrar con muchos amigos y amigas de la escuela primaria.

 

 

-¿Que significa Estudiantes en su vida?

-Es mi primera casa y ese club me brindó la posibilidad de trascender como jugador de fútbol.

 

 

-¿Fue uno de los impulsores de la creación de la Liga del Noroeste Santiagueño?

-Mi carrera como entrenador y de andar por tantos lugares, me permitió tener la misión de formar una liga homologada por AFA en mi zona del departamento Pellegrini. Tuvimos un trabajo de 3 años junto a Alberto Melián, un amigo empresario y quien es el actual titular de la Liga del Noroeste. Recorrimos todo el departamento Pellegrini, Jiménez y la provincia de Tucumán. No tuvimos inconvenientes con Pablo Toviggino y Guillermo Raed (dirigentes de AFA) que nos dieron el “ok” para que la Liga del Noroeste Santiagueño sea una realidad. Hoy contamos con 20 equipos. Pudimos instalar al fútbol federado de AFA a nuestro Santiago profundo. Hoy soy mánager de la liga. Y este año, en el Regional Federal estuve como técnico del club El Quemado, una institución que hizo historia y clasificó por primera vez.

 

 

-¿Lo preocupa lo que está ocurriendo con la pandemia?

-Lógicamente. Estamos inmersos en un solo mundo y como lo dijo el presidente de la nación, es el enemigo invisible. Ya hubo una decisión de priorizar la salud antes que lo económico y todos estamos involucrados en esa postura. Es algo nuevo para todos, hay que cuidarse mucho y ser solidarios. Cuidando la salud, vamos a tener las fuerzas y la capacidad para hacer de todo cuando esto se termine.

 

 

-¿El fútbol le dejó alguna deuda pendiente?

-Para nada, para mí, el mejor recreo que pudo haberme obsequiado la vida fue jugar al fútbol. Fue lo más hermoso pese a que mis padres no querían que yo juegue. Ellos tenían su postura, eran cultos, pero se dio todo así. Lo disfruté al máximo y todavía me doy el gusto de dirigir. Lo vivo día a día.

 

 

 

 

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