El presidente Alberto Fernández volverá a consultar con los gobernadores para definir los pasos a seguir desde el próximo lunes, cuando prevé flexibilizar algunos rubros con el objetivo de empezar a poner en marcha la economía.
Con los gobernadores recluidos en sus respectivas provincias, la modalidad del encuentro, previsto para las 17, será nuevamente a través de videoconferencia.
Este encuentro inicialmente estaba previsto que fuera encabezado por Fernández, quien decidió delegar en su ministro coordinador.
El Presidente advierte la presión que desde distintos sectores le trasladan por levantar la cuarentena, pero insiste en que va a priorizar la salud por sobre la economía.
Este lunes a la noche, el jefe de Estado volvió a endurecer su postura respecto al aislamiento social preventivo y obligatorio y aclaró que no habrá demasiados cambios: "No vamos a terminar la cuarentena, lo que tenemos que ver es qué tipo de actividades vamos a flexibilizar”, deslizó en diálogo con TN.
En ese sentido, propuso resolver los pasos a seguir "en conjunto" y pidió "que todos escuchen a los especialistas”. "Lo peor que podría pasar es que con esta idea de algunos de que hay que alimentar a la economía, terminemos enfermando a los argentinos”, consideró.
El principal temor del Presidente es que una apertura abrupta genere un rebrote de los casos de coronavirus.
Más allá de la decisión que adopte a nivel nacional, Alberto F. aprovechará la oportunidad para proponerles un plan que, como adelantó Clarín, se gestó en una de las charlas que mantuvo con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. "Una de las cosas que tengo para hablar con los gobernadores es un protocolo para el cuidado de los adultos mayores, que son los que más riesgo tienen, los que tienen más de 65 años".
El mandatario expuso que la idea es que, el plan que también trabajó con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; y con el ministro de Salud, Ginés González García, se aplique en todas las provincias.
Antes de prorrogar la cuarentena, Alberto F. logró apoyo unánime de todos los gobernadores. Ese respaldo no cambió, pero ya son varias las provincias en las que se empieza a sentir fuerte el impacto económico.
