La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), preparó un plan de contingencia para adaptarse al nuevo contexto económico, que implica muchos menos ingresos. Ignacio Alonso, presidente de la AUF, contó que la mayoría de los empleados de la entidad cobrará parte de sus sueldos mediante el seguro de paro por el coronavirus. Entre los empleados que la asociación incluyó, están Oscar Washington Tabárez, entrenador del seleccionado celeste, y el resto de su cuerpo técnico.
La medida entrará en vigencia el 1 de abril, por lo cual Tabárez y sus colaboradores percibirán íntegros sus salarios de marzo. El seguro de pago establece que el Estado uruguayo se hace cargo de 50% del sueldo de un trabajador, aunque con un tope de 44.606,60 pesos, unos 1043 dólares, indica La Nación.
La medida entrará en vigencia el 1 de abril, por lo cual Tabárez y sus colaboradores percibirán íntegros sus salarios de marzo. El seguro de pago establece que el Estado uruguayo se hace cargo de 50% del sueldo de un trabajador, aunque con un tope de 44.606,60 pesos, unos 1043 dólares.
Lo que perciben Tabárez y sus colaboradores supera por mucho ese monto, por lo que de todas maneras la AUF tendrá que hacer frente a una parte muy importante de lo estipulado en el contrato del entrenador. En la práctica, tanto la asociación uruguaya como los clubes terminarán pagando a los futbolistas más de una mitad de sus sueldos mensuales en los casos de contratos que superan los 89.213 pesos (unos 2088 dólares).
El problema principal de la AUF es que buena parte de su presupuesto depende de la eliminatoria sudamericana, ya que está atado a patrocinadores, y derechos televisivos derivados de esos partidos. Como los primeros encuentros clasificatorios para el Mundial Qatar 2022 fueron pospuestos para agosto, buena parte de esos ingresos no será cobrada ahora. Ese ahorro en los salarios de los empleados, que a partir de ahora será compensado por el Estado uruguayo, permitirá a la AUF (cuyas oficinas permanecen cerradas desde mediados de este mes), aliviar sus arcas en días en que los billetes escasean. Y nadie sabe por cuánto tiempo lo harán.
