El mundo avanza hacia la sencillez en los rituales del último adiós a los seres queridos.
La concepción de las fastuosas despedidas va quedando atrás, casi como un recuerdo arcaico y en desuso para dar lugar a modos más sencillos de despedir y disponer finalmente de los restos mortales de quienes han transitado por este mundo.
El factor económico ha sido predominante en este cambio social: los altos costos de los servicios fúnebres y de los cementerios, tanto estatales como privados, han generado una clara tendencia hacia la cremación: Se paga solo una vez y se dispone de las cenizas en una urna. La practicidad y economía del método hace que cada vez sean más las familias que opten por esto.
