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El País #ConmociónNacional

Violación y homicidio en Puerto Deseado: un hombre confesó la autoría del aberrante hecho

Se trata de uno de los sujetos que el juez ordenó liberar el viernes, y que la mujer víctima del abuso sexual, madre del nene asesinado, puedo reconocer en la rueda. El informe

Uno de los hombres detenidos por la violación de una mujer y el asesinato de su hijo en la ciudad santacruceña de Puerto Deseado, y luego liberado por el juez Oldemar Villa, confesó la autoría de los aberrantes hechos, publicó en exclusiva el diario digital La Opinión Austral.

 

El sujeto es de Puerto Deseado, por lo que se destierra la idea que circuló mucho en la marcha que se realizó en la ciudad para pedir justicia por las víctimas, sobre que "los de afuera" son los únicos que vienen a Santa Cruz a cometer delitos.

 

Este domingo, en tanto, se realizará la rueda de reconocimiento con su presunto cómplice en el aberrante ataque, un adolescente de 16 años.

 

La víctima de la violación lo había reconocido

 

El día del ataque sexual contra María, de 44 años, y del crimen de Santino, su hijo de 4, la mujer pudo aportar información valiosa sobre los rasgos fisonómicos de dos masculinos. El dato de que uno de ellos tendrían antecedentes penales, que surgió a partir de la frase que la víctima escuchó ("Matala que no quiero volver en cana") aceleró la búsqueda y se circunscribió a un grupo específico.

 

Ese mismo día, la Policía dio con el presunto atacante y su cómplice, un adolescente de 16 años, en el lugar conocido como "La Favela", un "aguantadero" según vecinos y vecinas que fueron a la marcha del viernes.

 

En el lugar los pesquisas encontraron ropa ensangrentada y descubrieron que el mayor de los sospechosos tenía lesiones en la cara y los brazos. Además, un hallazgo crucial: los acompañaba un perro con el pelaje ensangrentado, el mismo animal que María aseguró haber visto la tarde de los ataques.

 

El juez liberó a los sospechosos "por falta de pruebas"

 

Con estos datos, sumados a los identikit que se hicieron con el aporte de la víctima, Oldemar Villa no hizo nada. No ordenó medidas para cotejar esas pruebas y, lo que es peor, ordenó la liberación inmediata de ambos sospechosos.

 

En el Ministerio de Seguridad no salían de su asombro. Hay quienes sostienen que, incluso, el ministro Lisandro de la Torre, que desde el mismo jueves estaba en Puerto Deseado, lo habría ido a ver al magistrado a la casa, señala La Opinión Austral.

 

Si bien los sospechosos quedaron en libertad pero con consigna policial, resulta difícil comprender por qué Oldemar Villa, acusado por los vecinos durante la marcha de contar con varios crímenes sin resolver, se arriesgó de esa manera.

 

Pero el sábado la cosa cambió con la aparición de una testigo no presencial que habría delatado a uno de los involucrados y asegurado tener información de que uno de ellos había atacado sexualmente a la mujer y asesinado a su hijo.

 

Aparentemente, recién ahí el magistrado ordenó que las personas que había liberado en la víspera volvieran a la comisaría, donde estuvieron durante toda la jornada en medio de un fuerte hermetismo, temiendo la posibilidad de que el dato se filtrara y los vecinos los quisieran linchar.

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