En una cumbre desarrollada el pasado viernes en Buenos Aires, el Gobierno de Alberto Fernández confirmó a las 13 provincias que no transfirieron su caja de jubilaciones a la órbita nacional que mantendrá este año el esquema de financiamiento del rojo previsional fijado por ley, aunque les advirtió que, producto de las fuertes restricciones presupuestarias, los pagos van a sufrir demoras.
“Se mantendrá este año el esquema de financiamiento pero con demoras porque la situación del sistema —dijeron— es muy delicada”, señalaron ayer desde un despacho provincial a Ámbito Financiero, tras la doble reunión que ministros de Economía y otros funcionarios de esos 13 distritos mantuvieron el viernes con el ministro de Trabajo nacional, Claudio Moroni, y luego con el titular de la Anses, Alejandro Vanoli.
En sintonía, otro funcionario de ese lote de provincias precisó a este diario que los anfitriones nacionales remarcaron que la prioridad de la Casa Rosada será abonar la deuda previsional de arrastre con esos distritos heredada de la gestión de Mauricio Macri (la semana pasada sellaron el convenio de rigor, por caso, con Entre Ríos, Santa Fe y Formosa por $ 1.396 millones), para recién después avanzar con las remesas 2020.
“No dieron plazos, lo que genera mucha incertidumbre y obliga a buscar otras fuentes de financiamiento”, afirmó el funcionario local, en un contexto más que incómodo para salir a la caza de un mayor flujo de recursos. De hecho, ese escenario de asfixia podría incluir, en algunas provincias, la definición de nuevas subas impositivas.
