Lucero Zavaleta Argüello es una adolescente de 12 años que, junto a su mamá Nora Argüello, se fue a vivir a Buenos Aires dejando todo en Santiago del Estero: el resto de su familia, amigos, y demás. Ambas fueron en busca de que Lucero pudiera ingresar en la carrera de bailarina profesional en el teatro Colón. Una gran historia que habla del amor de la familia y la importancia de luchar por los sueños.
La posibilidad de que Lucero estudiara en una de las academias más prestigiosas del mundo llegó de la mano del docente Alejandro Totto, del mencionado teatro, quien llegó a la provincia a brindar un seminario y fue ahí que conoció el talento de la niña. El mismo en su segunda vuelta a la provincia para dictar un nuevo seminario habló personalmente con los padres de Lucero “Al terminar el seminario nos habla en privado a los papás, nos dijo que tuviéramos en cuenta que él veía condiciones en Lucero y que preparándola ella podía entrar al instituto de arte del teatro Colón en la carrera de bailarina profesional. Cuando él nos dijo eso nos sorprendió mucho, nos emocionó un montón, y creo que nos llevó tres días más o menos para decidir que íbamos a hacer todo lo posible a pesar de que no estábamos económicamente preparados para irnos”, explicó Nora.
En diciembre de 2019, Lucero debía rendir dos exámenes (el físico y el técnico) para ingresar a la carrera. Con una gran dedicación y amor por la danza, Lucero se preparó día y noche para poder dar lo mejor, acompañada por el docente Totto y Silvina Vaccarelli (bailarina), quienes la guiaron.
Tras aprobar el primer examen tan solo quedaba esperar el segundo, y entre llantos, gritos y abrazos, la felicidad se apoderó de toda la familia Zavaleta Argüello, ya que Lucero oficialmente fue admitida para la carrera de bailarina profesional.
“Mi mayor sueño es que mi familia me vea bailar en el teatro Colón”, explicó Lucero. Un orgullo no solo familiar, sino provincial.
El resto de la familia de Lucero vive en el barrio COESA de la ciudad Capital y sus integrantes son: su papá Hugo Zavaleta y sus hermanos Micaela y Martin quienes trabajan para poder hacer frente a los gastos diarios, en un futuro más cercano esperan poder vivir todos juntos.
