Tenía golpes en la cabeza, en el rostro y los brazos. Había sido golpeada salvajemente por su concubino: un agente de Policía de 26 años. Pese a que terminó hospitalizada, se negó a denunciarlo. “Tengo dos hijos con él, y uno de ellos está enfermo del corazón”, le aseguró a los policías.
Faltaban unos minutos para que sean las 4.30 del martes. Una ambulancia, que llegaba al hospital zonal de Selva —departamento Rivadavia— trasladaba a una mujer con múltiples lesiones. La víctima era una joven madre de 27 años, de apellido Vega, residente en el barrio Los Álamos de la mencionada ciudad.
El ama de casa fue examinada por el médico de guardia, quien le diagnosticó múltiples lesiones, curables entre 15 y 20 días; salvo complicaciones. Los galenos se entrevistaron con la víctima, quien realizó una fuerte revelación.
Minutos antes estaba en su casa de calle Ramón Carrillo, cuando comenzó a tener una discusión con su concubino. Se trata de un agente de Policía de apellido Leguizamón, de 26 años, quien presta servicio en la sede de la Comisaría Comunitaria Nº 34 de Selva.
El uniformado le habría realizado una escena de celos. Luego, la insultó. Finalmente, comenzó a propinarle golpes en la cabeza, mientras la tomaba de los cabellos y la estrellaba contra la pared. Contantemente la amenazaba con “asesinarla delante de sus hijos”. Los menores son hijos en común de la joven pareja.
Sin piedad alguna, le propinó una salvaje paliza a la mujer, quien “le pedía por favor que no continuara agrediéndola más, ya que tienen uno de sus hijos que se encuentra enfermo, con problemas cardíacos”.
Tras la golpiza, el uniformado se retiró de la vivienda. Mientras que la mujer —quien fue auxiliada por un familiar— llamó una ambulancia y fue trasladada a un centro de salud local donde recibió las curaciones correspondientes.
Luego de ser entrevistada por los médicos, la damnificada adujo que “no iniciaría acciones legales contra su agresor”. Ante la situación, los profesionales de la salud solicitaron la presencia policial en el nosocomio, quienes dialogaron con la víctima, quien una vez más se negó a radicar la denuncia correspondiente por lesiones.
Ante la situación, se dio intervención en el hecho a la fiscal de turno de Añatuya, Dra. Andrea Darwich, quien ordenó una serie de medidas judiciales a seguir las próximas horas, por los uniformados.
Cortes y hematomas en el rostro y cabeza
El diagnóstico médico del galeno que examinó a la víctima fue rotundo. Había sido víctima de una salvaje golpiza por parte de su concubino, el agente de Policía de apellido Leguizamón, de 26 años, residente en Selva.
La víctima presentaba una lesión en la zona parietal izquierda con excoriaciones sangrantes, hematoma en el ojo izquierdo, con edema y corte en el cuero cabelludo, sangrantes.
La Fiscalía de Añatuya trata de determinar, fehacientemente, si la víctima de apellido Vega, de 27 años, fue atacada a golpes con algún elemento contundente.
Dictan una prohibición de acercamiento
La fiscal de turno de Añatuya, Andrea Darwich requirió que la víctima sea examinada por el médico de Sanidad Policial, quien constató las múltiples lesiones que presentaba en la cabeza y rostro. Le diagnosticó heridas curables entre 15 y 20 días, salvo complicaciones.
Ante el hecho de violencia, la fiscal dispuso una prohibición de acercamiento, impedimento de contacto y otras medidas de restricción al agente de Policía de apellido Leguizamón, a favor de la víctima.
Se dispuso la confección de un informe socio-ambiental en el domicilio donde reside la joven pareja, con el fin de detectar otros hechos de violencia doméstica que la mujer no se haya animado a denunciar. Además, se dé a conocer, fehacientemente, el ámbito donde desarrollan su vida.
La víctima comenzará a recibir asistencia psicológica, con el fin de afrontar la situación que le tocó vivir. Mientras que sus hijos, que habrían escuchado el momento de la discusión y los golpes propinados a la damnificada, también mantendrán asistencia con un profesional de la salud.
En los próximos días, se llevarán a cabo diversas medidas judiciales.
