Hoy se realizará la “fiesta chica” en honor a San Esteban, en la capilla de Maco, donde miles de fieles cada año se reúnen para venerar al promártir de la Iglesia Católica.
Nadie sabe, a ciencia cierta, cuándo comenzó esta devoción, pero se estima que en el siglo XVIII, la familia Zurita inició esta tradicional adoración que llega a convocar a 50 mil personas en la fiesta grande que se realiza en Sumamao.
Desde tempranas horas, los devotos estarán llegando a Maco para tomar gracias del santo. Los bombos y la música suenan sin parar, las parrillas humean, los seguidores comen y beben a la vera del camino. Esta es la forma en la que veneran a su patrono, a algunos podrá disgustarles pero los promesantes no discuten de las tradiciones, solo las cumplen.
Hombres con boinas y mujeres con los vestidos rojo y amarillo, colores que identifican a San Esteban, hacen largas colas para tomar gracias de la imagen. Muchos de ellos pasaron toda la noche en el lugar. Muy pocas fiestas religiosas se parecen a esta. Tal vez la Virgen de Urkupiña o el Señor de Quillacollo pueden compararse a este tipo de festividad, fuera de estas sin dudas la veneración a San Esteban es única en su tipo.
