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El País #SantaFe

"Pa, perdoname": las últimas palabras de un ladrón de 17 años muerto por un policía [VIDEOS]

Walter Saucedo, papá del fallecido Lautaro, dijo que no "justifica" a ninguno de los dos, que no le guarda "rencor ni odio" al subcomisario que disparó y que todavía no se explica por qué su hijo intentó robarle a una mujer.

Las imágenes todavía generan conmoción en Santa Fe. Un joven que intentó robarle a una mujer fue abatido por la espalda por un policía de civil cuando ya había desistido del robo y se alejaba. Tan desgarradora fue la escena como el testimonio del padre del ladrón, también efectivo policial, que se enteró de la peor noticia cuando pasaba por esa calle con su auto y que relató en detalle el último diálogo con su hijo.

 

Todavía en shock, Walter Saucedo, papá del fallecido Lautaro (17 años), dijo que no "justifica" a ninguno de los dos, que no le guarda "rencor ni odio" al subcomisario que disparó, Francisco Olivares, y que todavía no se explica por qué su hijo intentó robarle a la mujer, reporta Clarín.

 

"Iba a ir a buscar a mi hija a la maestra particular por la ruta que hago habitualmente y sin embargo algo me dijo que no vaya por Aristóbulo y vaya por Risso. Y cuando paso por ahí veo que hay un procedimiento policial. Me imaginé que se trataría de un accidente de tránsito, pero a medida que avanzaba me di cuenta de que había una persona que estaba boca abajo y tenía sangre en la espalda. No sabía que era mi hijo", comenzó su relato en diálogo con el programa Aire Santa Fe.

 

 

 

En este sentido, continuó: "Cuando giro hacia la calle Belgrano, se me para un adolescente al que no conocía y me dice: 'Fijate que es el Lauti'. Puse el freno de mano, saqué el torso por la ventanilla, me bajé y corrí desesperado".

 

El hombre, oficial dependiente de la Unidad Regional 1 de Santa Fe, contó que se arrodilló ante su hijo, le tomó la mano y habló con él mientras agonizaba: "Su mano estaba fría, me di cuenta de que estaba grave. Le dije que se quedara tranquilo y me contestó: 'Pa, perdoname'. Me pidió disculpas por la clase de persona que soy yo, por los valores. Le dije: 'Yo te cuido'".

 

En la escena, mientras contenía a Lautaro y le hacía "preguntas de rigor" para que no perdiera la conciencia, pudo ver a Olivares, el policía que había disparado: "Lo tenía a seis metros, no lo insulté, no lo increpé. Mi única preocupación era mi hijo". Y completó: "No le guardo rencor, no lo odio, no le deseo el mal. No tengo un sentimiento de venganza".

 

 

 

De todos modos, agregó: "En ningún momento justifico el accionar de mi hijo ni de nadie que delinque. Pero tampoco tenemos que justificar el accionar que se tomó... La ironía de la vida es que es un caso de gatillo fácil. Y la ironía es que me están ayudando los derechos humanos en este momento lamentable".

 

Como padre, Walter asegura que nunca podrá explicar por qué su hijo actuó de esa manera. "Toda la gente que lo conocía a la Lautaro no sale de su asombro. Lautaro tenía todo: zapatillas, bicicleta, contención familiar... No tenía que mendigar amor en ningún lado. Es una incógnita que me voy a llevar hasta el día de mi muerte".

 

Todo ocurrió la mañana del 29 de octubre, sobre la calle Risso al 2000 del barrio santafesino conocido como Guadalupe Oeste. Una mujer caminaba por la vereda. A sus espaldas, Lautaro, encapuchado, venía corriéndola. Cuando la alcanzó, le quiso arrebatar la bolsa.

 

La mujer se resistió al robo hasta que el chico desistió y comenzó la retirada. Ella no lo dejó ir. Lo llamó, abrió la bolsa, le dio dinero y giró para seguir camino. El policía Olivares, de civil, venía de frente y disparó a la distancia. La bala dio de lleno en la espalda del menor.

 

Olivares está detenido con prisión preventiva, acusado del delito de homicidio triplemente calificado por haber sido cometido por un arma de fuego, por alevosía y por abuso de su condición de policía.

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