Tras la devaluación de la semana pasada y la inestabilidad del dólar, que no permite tener precios de referencia, todos los sectores de la economía se ven afectados. Uno de ellos es el de la ganadería y por consiguiente el valor de los cortes en las carnicerías de la ciudad sufrieron variaciones.
En un recorrido por carnicerías de la ciudad se pudo establecer que los diversos cortes han registrado un aumento de entre un 10 y 15% promedio en los de mayor demanda.
Hablando de carne de ternera, que es de primera calidad, un kilo de asado tiene un precio de $ 250. Si vamos a los cortes tradicionales que la gente no deja de consumir, un kilo de bola de lomo tiene un precio de $ 310. La nalga tiene un precio de $ 330 y el lomo llega hasta casi $ 350. Todo esto es necesario remarcar que es en carne de primera calidad.
Para que uno pueda hacer una evaluación de cuánto aumentó el precio de la carne y que provocó un impacto en las ventas, debemos recordar que por dar un ejemplo, a principios de año, el kilo de nalga costaba $ 150, es decir duplicó el precio en la actualidad.
El propietario de una reconocida carnicería de la ciudad explicó que “en la carne y la ganadería el impacto en precios es más lento que en otros rubros, pero debemos tener en cuenta que las variables que influyen en nuestros precios, como la suba de la hacienda, el aumento de los alimentos para la hacienda, los combustibles, los costos laborales y el flete, son rubros que están subiendo y que todavía no encuentran una estabilidad, con lo cual esto repercute en nuestra actividad y en nuestra manera de proyectar los precios”.
Por otra parte, en cuanto al pollo, se observa un aumento del 15% en promedio en pollerías locales.
