Bernando Alimir, un cabo de Policía del Destacamento Nº 19 de la localidad de Sotelo, departamento Río Hondo, era uno de los policías que estaba prestando servicio y brindando seguridad a los feligreses que estaban participando antenoche en una velada en honor a San Roque, en el predio de la capilla del paraje Monte Rico.
Las actividades, con la presencia de alrededor de 130 fieles, se desarrollaban con normalidad. Sin embargo, en los primeros minutos de ayer, fueron alertados sobre un incidente en inmediaciones de la capilla. Los uniformados se presentaron en el lugar y lograron calmar los ánimos de dos grupos antagónicos que se encontraban alcoholizados.
A pesar de ello, antes de la una de la madrugada, se registraron nuevos enfrentamientos a golpes de puño. La Policía volvió a poner orden y expulsó del predio a uno de los sujetos más conflictivos. Pero no fue suficiente para apaciguar los ánimos y permitir que la feligresía pueda cumplir con la festividad religiosa.
Afuera, volvieron a enfrentarse a golpes de puño y puntapiés. El sujeto más agresivo extrajo un arma de fuego y comenzó a disparar en contra de sus circunstanciales rivales, provocando un desbande de gente inocente.
Los policías intervinieron, ocasión en la que el cabo Alimir fue derribado a golpes de puño por varios individuos y le propinaron puntapiés en distintas partes del cuerpo. Asimismo, el individuo armado inició una balacera en contra de la fuerza de seguridad. El cabo Alimir advirtió que su vida estaba en peligro, por lo que extrajo la pistola y se inició un tiroteo. Todo terminó cuando el sujeto decidió correr y ascender a una moto que era conducida por otro individuo, con el que se dio a la fuga. El cabo Alimir adujo un dolor en el hombro y comprobó que presentaba una herida. Fue trasladado al hospital zonal de Las Termas, donde se estableció que tenía un orificio de bala de entrada y salida en el hombro izquierdo.
El hecho generó una investigación policial para identificar al agresor y ponerlo a disposición de la Justicia.
