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El País #Tucumán

Locro terminó en un voraz incendio y un niño se convirtió en héroe

María llegó a la escena cuando ya estaba todo devastado por el fuego: ???Cuando llegué ya había consumido todo???, señaló

Un terrible suceso tuvo lugar este martes en Concepción, cuando una casa donde viven varios niños se prendió fuego. Por suerte, Francisco, de 9 años, actuó rápido y salvó a sus hermanitas de una muerte segura. Sin embargo, la humilde familia perdió absolutamente todo lo material.

 

Eran las dos de la tarde y el locro del 9 de julio ya estaba prácticamente a punto. La abuela Antonia Gómez ultimaba los detalles con chorizo colorado y el freído con fritura de cebolla y pimentón. Bajo el techo de la casilla prefabricada del barrio Municipal de Concepción, tres hermanitos veían tele: Francisco, de 9 años, Ángela, de 5 años, y Dylan, de 5 meses. El locro ya estaba listo para servirse cuando Francisco corrió a la cocina y gritó: “Abuela, está ardiendo el sillón”.

 

La abuela Antonia dejó en el acto todo lo que estaba haciendo: “Mandó a que corten la luz, sacó las garrafas del lugar y vio cómo Francisco ayudó a sus hermanitos”, relata María Gómez, hija de Antonia y de Juan, quienes viven en el mismo terreno con una hija Yolanda, los tres chicos, otro hermano Luis y dos sobrinos más

 

 

Francisco, con Dylan en brazos, salió acompañado de su hermanita Angela, mientras que los gritos alertaron a los otros chicos: “Lo único que Francisquito ha hecho fue sacar a sus hermanitos, ahora se ha dado cuenta de lo que hizo. Por suerte en el otro cuarto salieron todos los chicos. Se llenó de humo. No sé qué hubiera pasado si no escuchaban los gritos.Son criaturas y han quedado muy asustados”, relata María, según consigna El Tucumano.

 

María llegó a la escena cuando ya estaba todo devastado por el fuego: “Cuando llegué ya había consumido todo. Hemos perdido absolutamente todo: la ropa, las colchas, los muebles, todo. Lo que no alcanzó a salvar Francisquito es a la catita que tenían en una jaula. La catita era de todos, todos estaban muy encariñados, y no la ha podido sacar. Ahora Francisquito se da cuenta de todo lo que pasó y me dice: ‘¿Y si yo me iba al frente que iba a pasar con mi hermanito?’. Fue muy difícil para todos”.

 

Lee también: Encontraron abandonado a un recién nacido en una cancha salteñaMientras todo ya era cenizas, volvieron a aparecer los vecinos de la familia Gómez en el barrio Municipal: con palas, con las manos, con escobas, todos se acercaron con la misión de limpiar el lugar para que en ese mismo terreno se vuelva a empezar. “No tenemos palabras para nuestros vecinos. Es la primera vez que nos pasa algo así y nos respondieron de la mejor manera: se han acercado colchones, mercadería, es impagable cómo se han acercado. Estamos emparejando el terreno para gestionar en la municipalidad una nueva casilla. Ojalá sea de cemento pero que se haga cuanto antes. Mis padres ya son mayores y no pueden estar sin sus cosas. Anoche pasaron la noche en una casita de mis primos, pero no tienen otro lugar”.

 

 

 

Todavía con el ruido de los cacharros de fondo que se juntan en un sector de la casa, María Gómez explica que lo que más necesita es ropa y calzado para los chicos. Deja sus teléfonos para quienes deseen colaborar (3865-331769 y 03865-386237), y deja tranquilos a todos los que se preocuparon por los chicos: “Los revisaron y no les entró humo. Francisquito actuó rápido y rescató al bebé, salió corriendo con su hermana, y están bien. Asustados por todo lo que vivieron, pero bien”. 

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