El obispo de la Diócesis santiagueña, monseñor Vicente Bokalic Iglic mantuvo un diálogo exclusivo con Nuevo Diario y en el se refirió a la situación de los jóvenes, los valores religiosos y a la sociedad frente a la problemática atañe a los jóvenes.
En este sentido, fue consultado por la participación de los adolescentes en los actos religiosos y expresó: “Me alegra mucho que nuestros jóvenes estén un tanto sensible a estos valores religiosos pero no tenemos que mirar a un costado” y en esta línea comentó: “A cada paso están las drogas, las adicciones. Ellos están solos, eso lo lleva a delinquir, gastar su vida cuando esa vida tiene que estar llena de proyectos, los jóvenes no tienen sustento”, sentenció.
Sobra la situación “esta historia tan cruel y tan difícil”, como la definió, la autoridad eclesiástica reflexionó: “¿Qué hacemos como sociedad, como cristiano?” Y en este punto explicó: “Como cristianos, tenemos que abrir las puertas y buscar juntos una solución. Unidos a las autoridades y los organismos que deben estar velando por esto y por tantos jóvenes que están realmente destrozados”.
Sobre las consecuencias de introducirse en la marginación de la drogadicción, monseñor Bokalic lamentó: “Lo triste es que el final de ese camino (adicciones), muchas veces es el suicidio, porque no tienen alimentos, no tienen escuela y porque no sueñan ni esperan nada de la vida, están agobiados y se quitan la vida”, y allí pidió encarecidamente a la sociedad: “Entonces cada suceso como estos, debe tocarnos y nos debe desgarrar y no podemos quedarnos tranquilos, Jesús no se quedó tranquilo y salió al encuentro. Hoy es creer en el amor de Jesús, y Él nos derrama su amor para que nosotros hagamos lo correcto”.
Con el cariño y solidaridad que lo caracteriza, el obispo santiagueño envió bendiciones para toda la sociedad.
