En el marco de las celebraciones por Semana Santa, se realizó la 35ª edición del Vía Crucis en bicicletas y motos durante el Viernes Santo.
En la oportunidad, según la organización, participaron más de 7 mil fieles que lograron manifestar su devoción y fe en las 15 parroquias visitadas de la Diócesis santiagueña. En cada una de las estaciones que se representaron se realizaron momentos de meditación de la Pasión de Jesucristo, desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la Cruz y en la estación número 15 se realizó la meditación de la Resurrección del Señor.
La nutrida procesión partió desde la parroquia Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, donde también fue el punto final de concentración y la Banda de Música de la Policía de la Provincia recibió a miles de niños, jóvenes y ancianos que llegaban para culminar con la 35ª edición de tan grande manifestación de fe y recibir la bendición por parte del obispo de la Diócesis santiagueña, monseñor Vicente Bocalik y los párrocos de la Diócesis.
La inestabilidad del tiempo no fue una piedra en el camino hacia la devoción de los santiagueños. A pesar de las constantes lloviznas, la feligresía se concentró desde horas tempranas del Viernes Santo en avenida Colón, entre calles Sarmiento y San Martín, para partir en procesión por toda la ciudad Capital.
En cada una de las 14 estaciones se vivió un momento de oración y reflexión, pero la estación número XII fue la más emotiva y conmovedora. En ella se representó, con efectos especiales de sonido, el momento de la Muerte de Jesús en la Cruz. La misma estuvo ubicada en la parroquia Santa Rita de Casia, allí los fieles hicieron su máxima expresión de fe y entre lágrimas, súplicas y agradecimiento se arrodillaron ante la Cruz Mayor. En este momento fue partícipe el padre Walter de la Iglesia.
