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Opinión #Opinión

Al Gobierno le preocupa la caída en imagen de Mauricio Macri

Columna de opinión por Guido Braslavsky

Candidatos de provincias, incluso de Cambiemos (o sea, radicales) se despegan lo que pueden de la gestión nacional. Los primeros datos electorales del año muestran oficialismos inconmovibles en las provincias: Neuquén y Río Negro dejaron renovaciones de oficialismos, el gobernador Arcioni ganó las PASO en Chubut. Y este domingo (por ayer), se afirma que el gobernador peronista Gustavo Bordet sacará 10 puntos de ventaja en las primarias de Entre Ríos.

 

Las provincias tienen mejor situación macroeconómica que la Nación. Marcos Peña, el jefe de Gabinete, destacó en su informe de gestión en Diputados el miércoles, el “federalismo” del gobierno que multiplicó los aportes automáticos por coparticipación en la gestión macrista, por lo cual 20 de 24 distritos están en equilibrio fiscal hoy en día. Claro que la visión desde las provincias es que ese logro fue producto de su “lucha” ante el gobierno central.

 

Como sea, una cosa son los escenarios provinciales, con seguidilla de elecciones en estos próximos meses, y otra el nacional. Y la Casa Rosada mira que la imagen de Macri se derrumba, aún en ciudades que han sido bastiones, como La Plata, Mar del Plata, Córdoba, entre otras. Pero esa caída no se traduce, por ahora, a una merma en intención de voto.

 

Para que eso no suceda el Gobierno discutió y se apresta a lanzar medidas que atenúen el impacto inflacionario. Distancia sideral del “control de precios” fracasado, de épocas hiperinflacionarias. Pero hay quienes se arrepienten de haber casi dejado morir el programa de Precios Cuidados, heredado del gobierno anterior.

 

Todos los índices de la economía generan alarma. El Gobierno insiste en que el país va “por el rumbo correcto”. Pero ya nadie cree que se pueda cumplir el segundo acuerdo con el FMI, y que el próximo gobierno tendrá que renegociar la deuda, impagable desde 2020 y sobre todo con una economía que no sale a flote. El macrismo, y el FMI casi en solitario, actores a los que se sumó Mike Pompeo, funcionario de la administración Trump, sostienen que este es el camino, que los deberes se están haciendo bien. La oposición en conjunto, aún la más dialoguista, le pidió a Peña un cambio de rumbo y advirtió de un camino de colisión de persistir en estas políticas.

 

Pero entre Macri y Cristina Kirchner sigue estando la opción presidencial para octubre. La tercera alternativa, el peronismo no kirchnerista, sigue en la indefinición. Roberto Lavagna busca ser candidato de consenso y de una alianza más amplia, con socialistas y radicales díscolos. Aclaró que no irá a internas con Sergio Massa o Juan Manuel Urtubey.

 

En el peronismo federal hay visiones muy diferentes que reflejan también la desorientación. “El espacio ya tendría que tener definido no solo su candidato, también su jefe de Gabinete tras ganar. La presidenta terminará siendo Cristina”, se lamenta un diputado del PJ de uno de los principales distritos. Otro expone una mirada diametralmente opuesta: “Lavagna no debió haber dicho que no irá a internas. No muestres tu jugada ahora, y además Massa y Urtubey hace seis meses recorren el país. Diez días antes de anotar candidato, eso decanta solo”. Quedan poco más de dos meses para el 22 de junio, en que vence la presentación de precandidatos.

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