En estas columnas hablamos de economía política en general. De vez en cuando tratamos también temas de filosofía, teología, política internacional, medio ambiente todos relacionados a la economía, de manera que los lectores y los economistas podamos entendernos. No le debemos temer a los temas de filosofía económica. Siempre hay formas de poder bajar a tierra todos estos temas así poder entenderlos. Cuando un economista habla difícil, es porque nos está queriendo embaucar. Inutilidad no creo que sea.
Antes que nada tendríamos que aclarar el uso del término “populismo”, con el que los operadores (periodistas, economistas y políticos) de Cambiemos y afines, intentan menospreciar a las políticas populares. Los operadores le llaman políticas “populistas” a las políticas “populares”. Ahí está la trampita. Y de movida, antes de siquiera empezar a hablar de ellas, ya empiezan descalificándolas. ¿Y cuáles son las políticas con las que ellos no están de acuerdo y quieren disfrazar? Las que benefician a la gran mayoría de los argentinos, tanto a los de poder adquisitivo bajo como a la clase media. Que nosotros venimos cuantificando en un 90% de los argentinos. El 90% de los argentinos está sufriendo estas políticas de ajuste que votó un poco más de un 40% de argentinos... ¿está claro que parte de los que votaron está siendo perjudicado?
Políticas populares
No nos alcanzarían todas las páginas de una semana para ejemplificar las políticas populares que habíamos conquistado y que hoy están desapareciendo, siendo objeto del menosprecio por parte de Cambiemos y compañía. Así que solo vamos a dar algunas en esta entrega, con la promesa de seguir con el ejercicio de recuperar la memoria y comprender la situación en futuras columnas.
Los subsidios a los servicios básicos (electricidad, agua y gas) sepan ustedes que entran dentro del término “populista”. ¿Todos éramos beneficiados por estos subsidios verdad? ¿O todavía no sufren para pagar las facturas? Que había que retocar ciertas tarifas que eran irrisorias, estaremos totalmente de acuerdo. Crítica a la política tarifaria del kirchnerismo: un porteño no podía pagar $ 60 de ninguno de estos impuestos. Pero de ahí a pagar lo que hoy estamos sufriendo en todo el país creo que vamos a coincidir en que hay una distancia sideral.
Financiar con fondos de la Anses (FGS) la construcción de viviendas para mitigar el déficit habitacional (como era el “antiguo Procrear, no este nuevo, que es impagable) también es política “populista” para los operadores de Cambiemos. La entrega de computadoras en todo el país para alumnos de escaso recurso, con el fin de intentar achicar la brecha digital, también es “populismo” puro para Cambiemos y compañía.
Sin embargo, hoy, Cambiemos está vaciando el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses. $ 380.000 millones se patinaron para financiar “su” déficit, el “déficit Cambiemos”, que es un déficit mayor que cualquiera, y mucho más injusto, como veremos al final.
Un vampiro cuidando un banco de sangre
Juan Martín Monge Varela, subdirector Ejecutivo de Operación del FGS desde enero de 2017 hasta julio de 2018, bajo la gestión de Emilio Basavilbaso (asumió la dirección del ente previsional con U$S 65.787 millones y lo hundió a U$S 57.038 millones a febrero de 2018), es quien manejó para Macri la fuga de capitales de Correo Argentino a partir de 1998, a través del fondo de inversión Galicia Advent Socma. Luego, entre 2000 y 2016, fue director de la multinacional MetLife. MetLife operó en el sistema previsional menemista a través de Met AFJP, cuyas inversiones fueron nacionalizadas en 2008 por iniciativa de Amado Boudou (algo que no le perdonaron nunca). Una década después MetLife inicia juicio a Argentina ante el Ciadi por la decisión de estatizar la administración de los fondos previsionales. Hoy sabemos que el Gobierno nacional está construyendo la derrota en aquella demanda, para que MetLife cobre miles de millones de dólares, liquidar el FGS y permitir el retorno de las AFJP. Por y para eso, Cambiemos puso un hombre de las AFJP al frente del “dinero de los jubilados”. Ahora sí se están llevando el “dinero de los jubilados” que no solamente es de ellos sino también de todos los trabajadores activos que en algún momento nos vamos a jubilar.
Este ejemplo del vampiro cuidando el banco se sangre podría sintetizar lo que es casi una regla en la gestión de Cambiemos. Aranguren podría también haber cumplido con dicha regla a la perfección. O “Niki” Caputo, hombre de las finanzas, pagando a los “buitres” más de lo que pedían. Y esclavizándonos con un bono de 100 años con sus socios, esos mismos que lo recibirán con los brazos abiertos en cualquier momento, en agradecimiento a la tarea cumplida. O Quintana, que es socio de los Fondos “buitre”. Y la lista vergonzosa no termina más…
En medio de esta megacrisis, no todos son perdedores. Esto no es un plan de ajuste sino uno de transferencia. Con el pretexto del “populismo” que nos hizo vivir “una fiesta”, por “arriba de nuestras posibilidades”, y el verso tampoco termina más…
Este año se van a pagar $ 600.000 millones por intereses de la deuda. El Banco Central, por las Leliq pondrá otros $ 450.000 millones. No bajaron el Gasto Público, lo aumentaron y cambiaron de destino. Lo que antes era subsidio a la luz, el agua, el gas, el transporte y la obra pública, ahora va a las cuevas financieras.
No existe el populismo, es un invento de esta derecha rancia para rebajar las políticas populares que benefician a las mayorías.
