Vecinos del barrio Campo Rosso de la ciudad de Añatuya, que se vieron perjudicados los últimos días por la inacción de la Municipalidad y por lo que ellos califican como una desconsideración con la población, tomaron la decisión de reclamar a la vera de la Ruta 92, a la altura de la casa de Homero Manzi, para hacer visible su insatisfacción y solicitar la presencia de autoridades municipales que se comprometan con la situación.
Según relataron los vecinos, no pudieron conocer la opinión del intendente ya que no atiende el teléfono, como así tampoco atendió a un grupo de vecinos que fue hasta su casa el sábado, en que fueron recibidos por un hijo del intendente, a los que respondió que ya sabían, a través de un dron, lo que están pasando, pero sin darles respuesta ni soluciones que satisfagan a los vecinos, quienes sostienen que lo que están viviendo es apenas el comienzo de la llegada de agua, que derivó por esa zona y que los inundaría aún más las próximas horas si no se trabaja con urgencia.
Cuando el buen tiempo hacia prever una calma en la situación, la tensión se apoderó nuevamente de importantes barrios de la ciudad, basados sobre todo en la inacción del intendente Héctor Ibáñez, quien se niega a escuchar a los vecinos y sus reclamos, generando la indignación de los que están sufriendo grandes pérdidas de sus pertenencias, según manifestaron.
Muchos vecinos utilizan las redes sociales para expresar su malestar a la vez destacan el accionar de otros dirigentes políticos que se comprometen con ellos y tratan de escucharlos. Esta situación agrava el malestar generalizado, ya que quien debería darles las soluciones a sus reclamos, permanece ausente y recluido en su domicilio.
Finalmente, alrededor de las 17 horas, luego de tres días de reclamos y con la ausencia total de la Municipalidad, se hizo presente en el lugar el titular de la Agencia de Desarrollo Regional, Hugo López, quien con una bomba ayudó a los vecinos a realizar los trabajos de desagote, pero sin ninguna autoridad municipal presente.
De momento, la comunidad continúa esperando una reacción por parte de quienes en época de campaña se comprometieron a trabajar en asistir a cada una de las necesidades que surgieran. Son horas de tensión las que se viven en Añatuya y la indiferencia por parte de la gestión municipal es total.
