En la previa del cruce entre Leeds y Derby County, un colaborador del argentino fue descubierto en el centro de entrenamiento rival y fue detenido por la policía. Inmediatamente, se lo acusó de espionaje y el entrenador se hizo cargo de lo ocurrido, asegurando que no fue ilegal lo que hizo, más allá del descontento de sus colegas.
"Lo que hice no es ilegal. Podemos discutirlo, no es visto como algo bueno, pero no es una violación a la ley. También sé que no todo lo que es legal y es lo correcto. Les puedo decir que hemos observado a todos los rivales que enfrentamos. Vimos todos los entrenamientos de nuestros oponentes ante de jugar contra ellos", confesó Bielsa.
"Cerca de 20 trabajadores crean un volumen de información que no es absolutamente necesario. No define el camino de la competición. ¿Entonces por qué lo hacemos? Porque después nos sentimos culpables si no trabajamos lo suficiente y sentimos que nos acerca más a la victoria, aunque no sea así. ¿Por qué enviamos alguien a mirar los entrenamientos de los rivales? Sólo porque pensé que no estaba violando una norma", agregó.
Luego de su explicación, Marcelo Bielsa cargó una presentación en las pantallas de la sala, donde tenía información de todos los rivales de esta temporada y la anterior de Leeds y le pidió a los periodistas que pregunten por algunos equipos, para mostrarles el análisis de cada juego.
