Un tribunal chino condenó ayer lunes a muerte al ciudadano canadiense Robert Lloyd Schellenberg, de 36 años, por tráfico de drogas. La dura sentencia supone una drástica escalada en la disputa diplomática y judicial entre Pekín y Ottawa comenzada con la detención en Canadá de Meng Wanzhou.
Schellenberg había sido detenido en China en 2014 durante un largo viaje por Asia, y acusado de intentar transportar droga desde este país hacia Australia. En noviembre de 2018 fue finalmente juzgado y condenado por posesión de estupefacientes. “Es muy preocupante para nosotros como Gobierno, así como debería serlo para todos nuestros amigos y aliados internacionales, que China haya decidido arbitrariamente aplicar la pena de muerte en casos como este, de un canadiense”, dijo ayer en una conferencia el primer ministro canadiense.