El gran dilema de las familias argentinas en plena crisis económica es qué hacer con el período de descanso.
Salir de vacaciones, más aún en familia o con menores a cargo, parece un desafío más que un placer y las empresas del sector intentan amoldar la oferta a la verdadera capacidad de endeudamiento de la demanda.
Las reservas —según sitios especializados— en nuestro país ya ascienden para toda la temporada a un 70 u 80 por ciento de ocupación, según el destino, siendo de preferencial elección la costa atlántica. La estadística indica que supera en un 5 por ciento al mismo período del año pasado.
Los precios estimados para la primera quincena de enero van desde $ 13.500 para un departamento de un ambiente, con un promedio de entre $ 15.000 u $ 16.000. Para un dos ambientes, el precio promedio es de $ 20.000 a $ 21.000 y para un tres ambientes, entre $ 27.000 y $ 28.000.
Hay valores también más caros dependiendo de la ubicación y la calidad del edificio. En gastronomía, los precios pueden ir desde $ 250 por un menú al mediodía a opciones premium de $ 3.000 el cubierto. En lo que respecta a Carlos Paz, hay paquetes vacacionales desde 5.990 pesos cuatro noches, con transporte incluido.
Si de cruzar la frontera se trata, hay ciudades costeras de Brasil que también ingresan en la oferta 2019 con precios promocionales y transporte incluido.
Por siete noches, Canasvieiras tiene un precio base por persona de 13.250 pesos; Itapema, de 17.550 pesos; Bombas y Bombinhas, de 16.850 pesos; Ferrugem, de 14.050 pesos y Camboriú, de 18.350 pesos. La mayoría de ellos incluye alojamiento y solo desayuno, y el transporte es en colectivos para contingentes.
