El brutal accidente que terminó inesperadamente anteayer con la vida de Sergio “Checho” Pogonza (22 años) sigue conmocionando a los añatuyenses y a sus familiares y amigos, quienes ayer despidieron los restos del infortunado joven que practicaba voley.
Las que aún también están conmovidas y aterrorizadas son Florencia Zerda y Rita Herrera, ambas de 24 años y de los barrios Rosso y Obrero, respectivamente, quienes fueron testigos del siniestro en el que el comerciante Nahuel Colman (23) embistió con su camioneta Toyota Hilux al joven Pogonza.
Las jóvenes indicaron a Nuevo Diario que se dirigían a la casa de Florencia en una moto. En esa circunstancia, cruzaron en un primer momento a Pogonza en el semáforo de 25 de Mayo y Avenida del Trabajo. Momentos después se produjo el siniestro en 25 de Mayo y Borges, de donde habría salido el joven fallecido que circulaba en una moto. “Rita me dice que me haga a un costado porque venía una camioneta a alta velocidad”, recordó Florencia. Segundos después, “el cuerpo del chico (Pogonza) pasa por arriba nuestro y cayó varios metros adelante; nos salpicó con sangre a las dos”, señaló.
“La camioneta arrastró a la moto unos 60 metros y pasó junto a nosotras y al chico que estaba tirado en el piso. Pensamos que también nos chocaría a nosotras”, agregó. “Le pregunté al conductor qué le había pasado y solo decía: ‘No lo vi, no lo vi’. También decía: ‘Cómo va a quedar mi familia, mal nombrada’”, señaló.
De acuerdo con las averiguaciones policiales, Colman habría estado hasta las 8 en una fiesta de egreso de un colegio privado en el Anfiteatro y posteriormente estuvo con otras tres personas —entre ellas una mujer— en un bar de la estación de servicio de la Ruta 92. Al parecer, se dirigían a otro bar cuando se produjo el accidente.
