Un sujeto, oriundo de nuestra provincia, partió rumbo a Buenos Aires a los 23 años en busca de nuevos horizontes laborales y, desde entonces, no tuvo contacto…hasta ahora, con su familia.
Emoción y alegría se vivieron este martes en la estación de trenes de La Banda, luego de que Ramón Gerez descendiera del vagón 503 y se reencontrara con parte de su familia. Desde temprano, su hermano Héctor y su sobrina María —hija de otra hermana— lo esperaban ansiosos. Y claro, desde hace 50 años nunca más supieron de él.
Con 23 años, Ramón emprendió viaje a Buenos Aires, en búsqueda de nuevos horizontes laborales, debido a la situación económica en la que se encontraba su familia.
Era uno de los 11 hijos de Evarista Santillán y Bartolo Gerez. Todos vivían en una humilde vivienda de la localidad de Huaico Hondo, departamento Jiménez.
Pasaron los años y no volvieron a contactarse.
Las esperanzas de volver a saber de su familia desaparecían con el correr del tiempo, hasta que Carla, una joven que adoptó a Ramón como abuelo, se contactó a través de nuestra fan page para pedir la difusión en Nuevo Diario.
Así fue y solo tres días después, los parientes santiagueños lo reconocieron en nuestras páginas y rápidamente se comunicaron al teléfono de Carla para saber de él.
Ayer, a menos de dos meses de aquella publicación, finalmente se produjo el esperado reencuentro. Fundidos en un gran abrazo y profunda emoción, Ramón y Héctor (mellizos) volvieron a estar frente a frente.
Luego del arribo, Ramón, Héctor y María se dirigieron a la casa de esta última en el barrio Reconquista para reunirse con el resto de la familia que lo esperaba con ansias.
Un encuentro que gestó Nuevo Diario
Con lágrimas, Héctor relató cómo fue que se enteraron de su hermano: “Un pariente vio Nuevo Diario y lo reconoció. Rápido nos llamó para avisar y supe que era él, porque nombraba a varios de nosotros. Fue así que llamé al número que figuraba y pudimos hablar con él. Estamos muy contentos”.
Al pisar suelo santiagueño, Ramón habló con Nuevo Diario y dijo sentirse muy bien, cansado por el largo viaje. Consultado por el medio de transporte elegido para llegar hasta aquí, el sujeto dijo que por la diferencia económica con los micros: “El colectivo está muy caro y preferí viajar en tren”. “Estoy feliz”, manifestó Ramón mientras miraba con especial cariño a su hermano, después de 50 años de estar separados.
“Lo habíamos esperado por tantos años”
Mientras aguardan la llegada de Ramón, los familiares dialogaron con Nuevo Diario y ahondaron un poco más sobre la historia.
María, una de las sobrinas, contó: “Yo soy hija de Reina del Carmen Gerez (76), hermana de Ramón. Hace cinco años que mi mamá sufre Alzeheimer, por eso no pudo venir. Pero ella lo esperó por años a mi tío que se fue a los 23 y desde entonces nunca más supo de su vida. Uno de mis hermanos lo acompañó en esa oportunidad y ya falleció”. Así, mientras miraban las vías, esperando el reencuentro, María rememoró las historias que su madre le había contado sobre su tío viajero.
