Una joven de 18 años del barrio Primera Junta decidió irse a vivir en concubinato con su novio de 19 en la casa de la madre de este, ubicada en la calle Saavedra del barrio La Católica. En los dos meses de convivencia —expuso la mujer ante la Policía— se sucedieron las agresiones físicas y verbales, especialmente cuando el sujeto consumía sustancias prohibidas y bebidas alcohólicas. Sin embargo, la gota que rebasó el vaso sucedió antenoche. La joven salió de bañarse, mientras su pareja —de apellido Gerez— estaba reunido con su madre y dos hermanos. A los pocos minutos, el individuo le reclamó que no había secado el baño. La joven le respondió que lo iba a hacer en un momento. La insultó y la llamó a la habitación, donde la atacó físicamente. La arrojó al piso y le propinó puntapiés en el rostro, la cabeza y otras partes del cuerpo. No quedó conforme. Tomó un palo y la golpeó en los brazos y la espalda. Seguidamente, agarró una varilla de hierro y le propinó tres golpes en la cabeza. Intentó asfixiarla, pero la joven logró evitar que la asesinara con las manos. La víctima le manifestó que lo denunciaría y Gerez le respondió: “Me vas a denunciar si sales viva de aquí”. El individuo tomó una navaja e intentó herirla. La víctima logró salir de la habitación y pedir ayuda a la madre del sujeto, a quien le dijo que se quería ir y que su hijo le entregara sus pertenencias. Gerez le arrojó la ropa y el calzado, aunque no el celular. Antes de que la mujer se marchara, el agresor le manifestó: “Donde te vea te voy a agarrar de los pelos y te voy a arrastrar hasta aquí”.
