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La Provincia #Transporte

ERSA, el mundo al revés y la cultura de la extorsión como método empresario

Una vez más, a través de un diario (que no es Nuevo Diario), anunció que pedirá aumento del boleto o subsidio al Estado.

Los días de ser subsidiada están contados. En poco más de un mes, la empresa ERSA, como todas las de transporte público de pasajeros del país, dejará de recibir de la generosa mano del Estado millones de pesos que, en el caso particular y de Santiago del Estero, no se percibe dónde fueron volcados en beneficio de los usuarios.

La lógica es simple: Si el Estado Nacional subsidia la oferta es para que el dinero se traduzca en un servicio de calidad para los vecinos.

Nada más lejos de la realidad. Ha llegado hasta a retirar —sin previa notificación a la Municipalidad de la Capital— las unidades que estaban en regular estado de conservación hacia otras provincias para traer al parque automotor local colectivos de antigua data. Los directivos de ERSA parecen vivir en el “reino del revés”, donde como en la canción de María Elena Walsh “la tetera es de porcelana, pero no se ve”. Es decir, exigen recomposición del precio del boleto tras haber incumplido miles de veces con el servicio que deben prestar a diario.

Si no le sobra como ejemplo al lector las más de 2.500 multas labradas por un importe que superaría los 20 millones de pesos, le debería alcanzar la infinidad de paros de choferes, los incendios de vehículos en las calles, los “aprietes” con ploteos en las unidades sobre un presunto boleto a 40 pesos, el usuario como rehén y tantos otros tópicos que han transformado a esta empresa en la que pasará a la historia de la ciudad Capital como la que precarizó el transporte público de pasajeros al límite de lo inimaginable.

Que ERSA debe tocar las puertas del Municipio está más que claro. Pero no para pedir nada, porque no está en condiciones de hacerlo. Debe tocar puertas para pagar peso a peso lo que adeuda a los vecinos de la ciudad.

 

La estrategia

Lo único que procura ERSA es más dinero. Más rentabilidad. Si no le paga a los choferes en término es con miras a generar caos en beneficio propio. Ya lo dijo la Municipalidad, cuando habló de que no va a “ceder a la presión”. O Javier Alexandro, cuando denunció en nombre de Adecse que ERSA “extorsiona”.

“Si algo no le falta a ERSA es dinero”, manifestó una calificada fuente al Multimedio. Cualquier consulta en Internet le arroja al lector la dimensión del poderío económico de la empresa fundada por Romero, con el objetivo de prestar servicios de transporte urbano de pasajeros en la ciudad de Corrientes.​

Años más tarde, comenzó a operar servicios de larga distancia. En 2008, creó la empresa Tecsa (Transporte ERSA Cargas SA), dedicada al transporte de cargas.

En 2009, el grupo empezó a operar servicios provinciales de larga distancia en la provincia de Corrientes.

Ese mismo año se hizo con las empresas La Victoria y Fluviales del Litoral y se hizo cargo de 4 líneas de colectivos (1, 3, 9 y 15) que pertenecían a la empresa 7 de Marzo.

En 2011, adquirió Rentar (franquicia de Avis), dedicada al alquiler de autos y creó la empresa LUSA (Logística Urbana SA), dedicada al transporte de residuos de las ciudades de Corrientes y Córdoba.

En 2012, adquirió Cacciola, dedicada al transporte fluvial de pasajeros entre Tigre y Carmelo; Itatí, de transporte de pasajeros y Panchito López, que opera la Línea 29 de Gran Asunción, Paraguay.

Ese mismo año, ERSA formó junto con las empresas Doscientos Ocho Transporte Automotor (DOTA), Nuevos Rumbos y Autobuses Santa Fe una Unión Transitoria de Empresas para operar la empresa Tomás Guido.

También ese año, ERSA Urbano se convirtió en la empresa oficial de la distribución del correo correspondiente al Correo oficial de la República Argentina.

El 10 de julio de 2012, ERSA Urbano comenzó a hacerse cargo del transporte urbano de la ciudad correntina de Saladas.

En 2013, la empresa comenzó a operar en el transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Córdoba.

El 1 de agosto de 2014, ERSA se hizo cargo del Corredor 20 que operaba la empresa Ciudad de Córdoba. El 30 de octubre de 2015 se anunció que ERSA se haría cargo del Corredor 70, quedándose con el 50% del transporte urbano de “La Docta”.

El 1 de noviembre de 2014, ERSA adquirió la empresa misionera Expreso Singer.

En agosto de 2018 adquirió el piso de la Línea 184 de Buenos Aires, que pertenecía a La Central de Vicente López, del empresario Marcelo Zbikoski, mientras que un mes después se haría con las líneas 133 y 140, que formaban parte también del Grupo Plaza y se encontraban siendo operadas por la empresa de Zbikoski.

Cada inversión de ERSA estuvo rodeada de polémicas, denuncias de monopolización y hasta de cartelización del transporte público de pasajeros. “¿Dinero?, no le falta. Lo que le sobra es avidez, quiere que ahora el subsidio lo pague el vecino”, confió la fuente al Multimedio.

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