David Melián es oriundo de la localidad de El Bobadal, departamento Jiménez. Hace un año su hermano, Nicolás Melián, le confirmaba a Nuevo Diario que el marino santiagueño, integraba la tripulación del submarino que fue encontrado en la madrugada de ayer a las 0.30.
El último contacto que la familia tuvo con David fue 10 días antes de que la nave desapareciera en las aguas de la plataforma continental del Mar Argentino.
Cuando se conoció la noticia del fatídico destino de la nave, que pasó perdida en el mar, poco más de un año, la familia del joven santiagueño —que integra la Armada Argentina desde hace ocho años— se mostró consternada por la situación y solicitó que recen por la aparición del marino.
Durante estos 367 días que el submarino estuvo perdido, se sucedieron homenajes al joven santiagueño desaparecido. Distintas instituciones realizaron actos de homenaje a los marinos desaparecidos, pero siempre haciendo énfasis en la figura de David Melián, el más conocido de los dos santiagueños que abordaron la nave.
“Lo único que espero es que en algún momento se los encuentre, que se los busque como tiene que ser, para nosotros el dolor sigue siendo el mismo, nada ha cambiado, incluso es peor. La esperanza, la llamita de la ilusión de que en algún momento lo podamos volver a ver se ha terminado. Queremos que nos den las respuestas que tanto necesitamos para poder cerrar esta historia”, dijo su hermana Lourdes hace poco menos de cuatro meses cuando los familiares realizaban una acampe para evitar que cese la búsqueda de la nave que finalmente se encontró en la primera hora del día de ayer.
“Qué lo recuerden como un héroe”, pidió su familia
La familia de David Melián nunca perdió la esperanza que de que lo encuentren, aunque su pedido de que lo recordaran como un héroe parecía premonitorio de su triste final.
“Estamos muy tristes, nos han llenado de esperanzas, lo único que siento es que nunca me voy a convencer (que está muerto) hasta que no nos den algo, nunca y si tiene que ser así mi hermano va a ser un héroe”, indicó.
Además consideró, “un orgullo inmenso tener a un hermano que ha entregado su vida por la patria. Me gustaría que lo recuerden como a un héroe, un hombre valiente, sencillo, humilde, con un tremendo corazón, porque eso es lo que era”.
“Siempre ha sido un ser tan inocente y nunca voy a entender por qué esto, nunca lo voy a entender”, afirmó emocionada.
Yésica pidió que todo “no quede en el olvido, que lo recuerden como a un héroe. Él entregó su vida por la patria y siempre nos dijo así que iba a dar la vida por la patria si era necesario”.
“Solo Dios tiene el poder y es dueño de nuestras vidas. Seguiré orando y espero un milagro de nuestro Señor”, fue una de las últimas declaraciones de su hermana.
