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Deportes #EmbajadorDelDeporteSantiagueño

Matías Armando, todo un lujo para el mountain bike local

El santiagueño compite en Europa, junto al equipo Silmax Racing. Vive la mayor parte del año en Italia, pero siempre regresa al pago.

El biker Matías Armando es uno de los “embajadores” deportivos que tiene Santiago del Estero por el mundo. Desde un tiempo a esta parte, Matías vive la mayor parte del año en Europa, haciendo centro o base en Italia, pero compitiendo por diferentes países. Y para esta época del año regresa al “pago” para visitar a su familia, principalmente, y desenchufarse de una exigente temporada, tanto en lo físico como en lo mental.

 

La última del año para Matías fue precisamente el pasado fin de semana, en Chilecito, La Rioja, en el campeonato Panamericano de la especialidad, donde logró subirse al podio (tercero) y colgarse así una nueva medalla para su palmarés.

 

— ¿Qué balance haces de este 2018?

— Fue un año muy productivo, con muchas carreras en diferentes países de Europa, con competencias de la etapa de la Copa del Mundo. El 10 de octubre corrí la Roc d’azur Canyon Marathon, una de las competencias más importantes de Europa, con 20 mil participantes, donde metí un 14º puesto, que sin lugar a dudas es un logro muy importante. Fui el mejor de mi equipo, el Silmax Racing.

 

— ¿Seguirás en Europa en 2019?

— Renové contrato por un año más, pero también tengo aquí algunas cositas, algunas cuentas pendientes que me gustaría realizar. Probablemente las haga en febrero, antes de partir a Europa nuevamente. Aquí la gente te reconoce y eso es más lindo; allá se puede andar más fuerte. Allá soy uno más. Aquí hay mucho más “feeling” con la gente y, obviamente, está la familia, que se extraña un montón.

 

— ¿Y hay chances de selección?

— La selección de Marathon no hay. Yo, por ejemplo, corrí el Mundial de la especialidad este año, terminé 69º entre 200 corredores. Esperaba un poquito más, quizás estar entre los 50 mejores. No se dio, pero dentro de todo es bueno el resultado. No hay selección argentina Marathon (distancias largas), toda la “bollilla” se la lleva el Cross Country. Yo no corro esta especialidad, pero empezaré a hacerlo, quién te dice que no “me destape” también ahí. En febrero hay un par de carreras de esta modalidad que son internacionales y voy a ver si llego bien con la preparación para poder hacerlas. Para sumar experiencia y, a lo mejor, obtener alguna plaza para la selección nacional.

 

— ¿Cómo es correr en equipo?

— Somos cuatro corredores y más o menos tenemos las mismas características y casi siempre viajamos juntos, en el mismo pelotón, digamos. Y tratamos de ayudarnos, obvio, como ellos lo hicieron conmigo el año pasado, cuando yo iba como líder del campeonato italiano. Pero si no se da, cada uno hace la suya en las carreras. Tampoco nos corremos entre nosotros.

 

— No corriste el Trasmontaña este año (ganó en 2017 junto a “Pipo” Lamastra)...

— No, no vinimos, por cuestiones presupuestarias más que nada. Tampoco nos mudamos de continente. Este año corrí en Suiza, Alemania, Austria, en varios países de Europa, además de toda Italia, claro.

 

— ¿Alguna caída o lesión que hayas sufrido?

— Este año me rompí el hueso escafoide. Debía estar parado mucho tiempo, como para no correr medio año, más o menos; el equipo me dijo que no podía abonarme el sueldo si no corría, por lo que debía correr sí o sí. Me vendaron bien la mano y pude correr varias carreras así. La vibración te hace doler la mano y por ahí hacía que se me resbale del manubrio de la bicicleta y eso tiene sus riesgos, más si vas en bajada, pero por suerte no pasó nada y me recuperé bien, a pesar de haber competido en esas condiciones varias carreras. Zafé, digamos.

 

— ¿De aquí a fin de año, qué tienes en la agenda?

— Yo no voy a hacer nada. Hoy, sinceramente, le tengo “asco” a la bici. Literal, así te lo digo. Lo último que corrí fue el Panamericano y basta. Estaba remil cansado y te pesa entrenarte duro. Cuando las cosas se te dan, como a mí, es cuando dices que valió la pena el esfuerzo. Pero la verdad que el cansancio no es solo físico, sino también mental.

 

— ¿Te sorprendió subirte al podio en esas condiciones?

— Y uno siempre apunta a ganar, esta vez se me dio subirme al podio. Si lo ganaba mejor; pero el ganador fue un subcampeón del mundo de este año en Marathon, en Sub-23, que anda muy fuerte. Me ganó por tres minutos. Es bastante, si estás en la pelea, pero no lo es tanto si te pones a pensar que puedes perder ese tiempo en una caída o en una pinchadura. El segundo me ganó por un minuto y medio. Por momentos estuve cuarto en la carrera, pero a falta de 15 km lo pasé. Estuve fuerte de la cabeza, debo reconocerlo.

 

— O sea que nada de bicicleta entonces...

— En realidad sí salgo a pedalear, pero tranquilo, acompañado de un grupo de gente, pero nada de exigencias. Solo relax. En diciembre sí, ya empiezo con la pretemporada, con el gimnasio, con la cabeza puesta en 2019.

 

Aprendió a patinar

 

“Aunque no lo crean, comencé a patinar, con rollers. El entrenador del equipo me recomendó esquiar; allá todo el mundo esquía. ¿Dónde voy a esquiar yo con 50 grados de calor? Le dije qué otra cosa podía hacer y me recomendó el patín. Me ayuda mucho a la postura, ejercito también las piernas, abdominales, espaldas. Estoy junto a un grupo de chicos que practica. Lo hacemos en el kartódromo o en el patinódromo de La Banda. Me gusta mucho, lo estoy aprendiendo, todo sea por mejorar en la bicicleta. No es fácil frenar, hay que dar la vuelta...pero lo llevo bien”, cerró.

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