Una mujer de Pensilvania, Estados Unidos, fue declarada inocente por la muerte de su hijastra de cuatro años, a quien dejó olvidada en su auto en un caluroso día de verano en 2016. Sólo la multaron U$S25 por dejar a una menor desatendida.
Brittany Borgess, de 30 años, dejó a su hija de siete en el colegio y luego a su hijo, de dos, en la guardería. Después fue directo a su trabajo sin reparar en que la hija de su marido, Samaria Motyka, seguía en el asiento trasero.
Borgess dejó a Samaria sentada en su silla y encerrada en el auto durante seis horas y media el 22 de julio de 2016, un día en que la temperatura llegó a los 36°, con lo que puede haber hecho mucho más calor adentro del vehículo.
La mujer se acordó de la nena a las 15.30 y la encontró muerta en un charco de su propio vómito en el asiento delantero del auto, a donde había intentado esconderse de los rayos del sol y el calor del vehículo.
El veredicto de Borgess fue recibido con grandes muestras de disgusto el viernes pasado, sobre todo de parte de la familia materna de Samaria y sus allegados, quienes afirmaron que la nena había sido víctima de maltrato infantil durante años.
El abogado de la mujer aseguró que sufre una falta crónica de sueño y que tuvo un lapsus porque estaba muy estresada por la planificación de su casamiento con el padre de la nena.
La mujer fue multada apenas U$S25 por dejar a una menor desatendida y no fue encontrada culpable de homicidio negligente. Estuvo detenida en la cárcel del Condado de Lycoming, Pensilvania, pero fue liberada tras el pago de una fianza de 95 mil dólares.
