Personal de Gendarmería Nacional realizaba un control de rutina en la Ruta Nacional 34, a la altura de Pozo Hondo, departamento Jiménez. Era el 12 de febrero último. Los uniformados interceptaron una camioneta Chevrolet Trailblazer 4x4 en la que viajaba de norte a sur Miguel Polo Condorí, domiciliado en Tarija, Bolivia. El conductor manifestó cierto nerviosismo en las respuestas, que fueron muy dudosas. Por esta causa entró en acción el perro detector de narcóticos y “marcó” el torpedo del rodado. Ocultos había 52 “ladrillos” de cocaína con un peso total de 54,740 kilos. Desde aquel día, Polo Condorí se encuentra detenido.
Tras llegar a un acuerdo la fiscal general, Dra. Indiana Garzón, y la defensora del imputado, Dra. Clara Suárez Amado, se realizó ayer un juicio abreviado ante el Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero. El Dr. Abelardo Jorge Basbús, quien actuó como juez unipersonal, homologó el acuerdo de las partes y condenó a Polo Condorí a ocho años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes. Asimismo, ordenó la incautación de la camioneta del boliviano y la destrucción de la droga que transportaba.
