La Unidad Fiscal a cargo de los casos de narcomenudeo se encuentra abocada a investigar la venta de psicofármacos —en la farmacia Fochi Sur— sin la presentación de recetas, como también la compra y venta en negro de dichos psicotrópicos, para lo cual se han solicitado una serie de informes, tanto a nivel local como a entidades y organismos del orden nacional.
La investigación que llevan adelante los Dres. Pedro Luis Ibáñez y Andrea Mendoza tiene como imputados a tres personas: Pedro Fochi y José Rocha —responsable y director técnico de la farmacia Fochi Sur, respectivamente— y Liliana Bravo, una vecina del barrio Río Dulce de La Banda, quien según las tareas de inteligencia efectuadas por el personal policial de la División Homicidios y Delitos Complejos de esa ciudad, se dedica a la venta de estupefacientes y pastillas a personas adictas, habiendo sido detenida luego de que efectuara una compra de 750 comprimidos de un psicofármaco.
La Fiscalía remitió oficios al Ministerio de Salud y a otros organismos de control, a los fines de cotejar —con la documentación secuestrada desde la farmacia— la venta de los psicofármacos. “Se analizan los registros de venta de psicofármacos y se los coteja con las recetas que deben estar archivadas”, explicaron las fuentes. Además, se requirió informe a la Dirección de Farmacias, para que indique quién figura como propietario de la farmacia en cuestión, sobre lo cual no habría certeza.
Otra cuestión que los fiscales procuran establecer es si la farmacia separa los psicofármacos vencidos para ponerlos a disposición del departamento de fiscalización del órgano de contralor, que es el encargado de retirarlos para que sean convenientemente eliminados. Se sospecha que esos psicofármacos vencidos también son comercializados a menor costo, según se indicó.
