Luego de mantener una charla con el gabinete psicopedagogo de la escuela, una estudiante de 15 años corrió hasta la dirección de la escuela a la que asiste en la zona sur de la Capital y reveló el calvario que estaba viviendo en su casa.
Llorando, le dijo a la docente que desde hace un par de años atrás es víctima de constantes abusos sexuales en su hogar —ubicado en el barrio Siglo XX— por parte de su tío materno.
La menor —según sus dichos— le habría revelado con anterioridad a su madre sobre los abusos, por lo que esta le ordenó que “no dijera nada a nadie”.
Las vejaciones se habrían iniciado cuando el sujeto comenzó a manosearla cuando ella tenía seis años. Con el paso del tiempo, comenzó a ser accedida carnalmente.
