A pocos días de que dos pescadores perdieran la vida ahogados en el río Dulce, un tercero murió en el curso natural de agua. Se trata de Walter Emilio Montenegro, de 30 años, quien se domiciliaba en el paraje Santa Isabel, departamento Atamisqui. El nuevo hecho sucedió a la altura de la localidad de Tinogasta, a unos ocho kilómetros de Villa Atamisqui. Montenegro se trasladó hasta el citado lugar —ubicado a un kilómetro de su vivienda— para pescar. No estaba solo. Casi treinta personas habían elegido esa zona para pescar piezas de la fauna ictícola.
Alrededor de las ocho de la mañana de ayer, Montenegro se encontraba en la orilla. En esa circunstancia, se le cayó la caña de pescar al cauce y comenzó a ser arrastrada por las aguas. El joven ingresó al río para rescatar el artículo de pesca, aunque casi instantáneamente fue “tragado” por el Dulce y desapareció de la superficie, de acuerdo con lo manifestado por los testigos a la Policía.
Los pescadores nada pudieron hacer. Solo alertar a los uniformados de la Comisaría 20ª y estos al personal del Grupo Especial de Rescate (GER), que se trasladó hasta el lugar e inició un rastrillaje acuático.
Alrededor de las 16.30, los uniformados lograron rescatar el cuerpo del infortunado pescador. Su cuerpo se encontraba enganchado en una rama a pocos metros del lugar donde fue visto con vida por última vez.
El cadáver fue trasladado a la morgue judicial para que sea sometido a una pericia forense, a fin de establecer la causa del deceso.
La muerte de Montenegro es la tercera tragedia en cinco días. El martes pasado murieron ahogados Antonio Alberto Llanos (28 años y domiciliado en el barrio Villa del Carmen) y Luis Gerez (37 años y residente en El Cruce, de La Banda). El primero fue rescatado a los pocos minutos en Sumamao (Silípica), mientras que el restante fue encontrado dos días después en Tío Chacra (Robles).
