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La Provincia SALAVINA

Miles de personas disfrutaron una nueva edición del Festival del Tanicu

El espectáculo tuvo una enorme convocatoria de toda la región.

Más de 9.000 visitantes recibió el Festival del Tanicu en Salavina, el domingo último. Esta invasión humana arribó desde Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y de todos los rincones de Santiago del Estero, para desandar una jornada completa de canto folclórico, danza, tradición y reencuentro familiar. Turistas y vecinos de toda la provincia se acercaron hasta la histórica Villa Salavina para disfrutar de la XXIV edición del Festival que se realizó en un paisaje envidiable, a la vera del río Dulce, y convertir a esta en una de las celebraciones más populares del interior provincial.

 

Durante la jornada dominguera, más de 30 artistas subieron al renovado escenario. Entre ellos se destacó la actuación de Sergio Galleguillo, quien durante más de una hora trasladó el paisaje carnavalero riojano a esta tierra salavinera. En la misma línea, Elpidio Herrera y Las Sachaguitarras Atamisqueñas, Huguito Flores, Carlitos “El Príncipe” Giménez, Sachanmanta, Tero Ponce y Los del Montón, Potencia Chamamecera, Herencia, Yoni Cejas, Los Santiagueños del Alba y muchos más hicieron bailar, cantar y disfrutar a las miles de almas que poblaron el predio festivalero.

 

El lugar, marcado por una natural arboleda y el río Dulce, ofreció a los miles de visitantes cómodas instalaciones, las que se inauguraron, como el camping municipal con renovada iluminación y un mirador del río Dulce.

 

Visitar esta fiesta es encontrarse con una rica cultura: la gastronomía propia del lugar como el alcucu, una comida preparada con maíz o trigo y charqui para ofrendársela al Tanicu, las empanadas y pasteles de charqui; las teleras salavineras que transforman creativamente la lana de oveja; sus músicos y cantores de monte adentro y quechua hablantes. Todo hace al disfrute cultural de los visitantes, quienes un año más eligieron esta fiesta masivamente.

 

La leyenda sobre esta creencia tiene varias versiones. La más conocida indica que se trata de un personaje que puede traer cosas buenas en lo económico o por el contrario puede llegar a presagiar un año de malos resultados.

 

Su creciente renombre y los distintos homenajes que se le rinden dieron origen a esta fiesta que convoca multitudes en cada nueva edición.

El Tanicu es un mitológico personaje al que también llaman “El Dios de la Miseria”, pertenece al género de las creencias centrado en la demonología, es decir, en aquellas por las que se le adjudican al demonio poderes de disposición que beneficia, no malignos, en este caso, de beneficios económicos.

 

No existe temor por su aparición, sino por el contrario, un gran anhelo de su visita, que finalmente ha de beneficiar a quienes tengan el privilegio de haber sido elegidos por el Tanicu para compartir un almuerzo. Se trata de un joven que vive oculto en las entrañas del monte, en una situación de miseria permanente, a juzgar por las ropas que luce, lo que justifican esta presunción.

 

Sus atuendos son desaliñados y rotosos, pantalones remendados, sombrero viejo y desprolijo, harapiento, no tiene calzados y sus pies delatan que nunca los tuvo por sus enormes tamaños y el aspecto costroso y callociento.

Santiago del Estero tiene entre sus características destacadas su rica y conocida mitología.

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