Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Opinión MACRI ESTÁ EN NUEVA YORK

Desde el Gobierno ven la protesta de hoy como una catarsis del sindicalismo dividido

El día después habrá ???desesperanza???, afirman en un sindicato poderoso, porque el paro será fuerte pero no logrará torcer el rumbo de la economía.

Mauricio Macri está en Nueva York. Cuando hoy hable ante la Asamblea General de la ONU, la CGT estará llevando adelante el cuarto paro general contra su Gobierno.

Se espera una medida muy contundente, garantizada por la adhesión de los gremios del transporte.

 

El jefe de la UTA, Roberto Fernández, confirmó el respaldo de los colectiveros. Ya se habían sumado los maquinistas de trenes de La Fraternidad. Sin transporte público se descuenta que el paro será un éxito.

 

Macri recibirá los informes a la distancia. El Gobierno ve la protesta como la catarsis de un sindicalismo que, por otra parte, está muy dividido entre dialoguistas y duros, estos últimos capitaneados por el camionero Hugo Moyano, que acaba de lanzar un frente sindical de perfil más combativo que el que expresa el triunvirato cegetista, junto a mecánicos de Smata y bancarios.

 

El día después habrá “desesperanza”, afirman en un sindicato poderoso, porque el paro será fuerte pero no logrará torcer el rumbo de la economía.

 

En el viaje de Macri sobrevuela un tema central: el acuerdo con el FMI y la ampliación del crédito que ya es de 50 mil millones de dólares, a otros 15 mil millones extra que llegarían junto al tramo comprometido el año que viene. Un auxilio para encarrilar las cosas en el año electoral.

 

En medio de la crisis y reconociendo que ya no hay gradualismo sino shock, el Gobierno está obligado a hacer sus deberes con el Fondo: una condición es la aprobación del Presupuesto 2019. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, defendió el proyecto esta semana en Diputados, y debió enfrentar duras críticas de los referentes económicos de la oposición.

 

Sin embargo, las espadas legislativas de Cambiemos no tienen dudas de que, si bien con números justos, el Presupuesto tendrá sanción en el Congreso. Cuanto antes mejor, dicen, porque el asunto es poder mostrar esa carta de control político ante el FMI. Pero un escenario posible, admiten, es tener media sanción a fin de octubre en Diputados y en noviembre, en el Senado.

 

En la oposición panperonista (peronismo federal, kirchnerismo, massismo) si bien no hay posturas unificadas, domina la idea de no dejar al Gobierno sin presupuesto. “Que estrellen la calesita solos, que no nos puedan culpar”, expresa un referente opositor en Diputados.

 

Habría muchas abstenciones, para no rechazar, pero tomando al mismo tiempo una firme distancia.

Nadie duda que el presupuesto será aprobado en la votación en general. Con tantos recortes previstos para alcanzar el déficit primario cero, la cuestión es el articulado. Este será motivo de duras discusiones y Cambiemos no quiere sorpresas por este lado.

 

A las provincias se les pidió acompañar el ajuste con recortes de 100 mil millones de pesos. Una medida de la magnitud del peso de la deuda y las tasas exorbitantes está dada en los 600 mil millones anotados para intereses de la deuda.

 

El total de servicios de la deuda es de 745 mil millones. Para muchos, así no hay economía que aguante. Bajo presión, Dujovne debió aclarar que no hay reestructuración de la deuda o default en los planes del Gobierno.

 

 

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso