Oriundo de la “Capital del Rosquete”, Guillermo Suárez junto con su familia logró cimentar con gran esfuerzo y sacrificio uno de los negocios de venta de empanadas que cuenta en la actualidad con más de 60 franquiciados en distintas provincias del país y una fábrica de masas para empanadas en Miami.
La noticia es que inaugura su primer local en nuestra provincia en el transcurso de esta semana, en la ya denominada “avenida de la gastronomía”; es decir, en avenida Roca (S) N° 962.
Con un menú de más de 35 variedades entre tradicionales, vegetarianas, sabores exclusivos, gourmet, la línea de nuevos sabores y las empanadas postres, la oferta gastronómica se integra con pizzas, “calzonis”, tartas y el tradicional locro.
El negocio de la familia Suárez tiene extensa historia y gran reputación por la calidad de los productos que ofrece al público. En total, produce alrededor de 2.700 docenas de empanadas diarias.
Los inicios, en la provincia de Córdoba fueron humildes: con 430 pesos y una camioneta, ató junto con su esposa un horno de barro al vehículo y comenzaron el emprendimiento.
Cinco kilos de carne, harina, cebolla y la “picardía” publicitaria del santiagueño fueron la clave del éxito: Llamó a tres medios de comunicación de Córdoba, se hizo pasar por un vecino y les dijo: “Vengan, una familia está regalando empanadas en un hornito de barro muy pintoresco”.
Funcionó. Y el negocio creció tan rápido que hasta en Miami están demandando apertura de locales.
“No tiene riendas, pero ata”, dicen. Y dicen bien. Tras 17 años de expansión “El Hornito Santiagueño” se instala en nuestra provincia para deleite de los amantes de la comida regional.
